El acusado del crimen de portuarios enseñó un cuchillo a un amigo "con el que pretendía matar a su mujer"

La madre de la víctima dice que el niño está a tratamiento psiquiátrico y que dice que "papá mató a mamá"

Un testigo asegura que el procesado le preguntó si conocía algún lugar en El Musel para comprar una pistola para matar a su mujer

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 10 junio 2008 16:24
OVIEDO, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un amigo del acusado de matar a su ex pareja, Desirée Prieto, y herir con arma blanca al hijo de ambos, el 14 de julio de 2006 en el barrio de Portuarios de Gijón, manifestó ante el juez que el procesado, el día de los hechos, le enseñó un cuchillo que estaba en la cocina "con el que tenía pensado matar a su mujer". "Dijo que si no era para él no era para nadie", apuntó.

El presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, Manuel Avello, escucho hoy, en el segundo día de la vista oral, la declaración de once testigos, entre los que se encontraba la madre de la víctima y la hija del acusado, entre otros, amigos y familiares.

El amigo de José María S. D. comentó que estuvo en casa del acusado momentos antes de que llegase la víctima "fumando unos porros". En ese tiempo el acusado el confesó que estaba "molesto" porque ella se había ido de casa y "mantenía esperanzas de que volviese con él", señaló y añadió que "el acusado es muy celoso".

Este testigo explicó que el procesado en un momento de "rabia" dijo que "iba a matar a todos, a su mujer, a su abogada a la madre de su mujer y a su hijo". "estaba ido y deprimido", añadió. Terminó su declaración asegurando que "nunca creyó sus amenazas porque lo conocía desde hacía 20 años y no le había hecho daño a nadie".

Otro de los amigos del acusado declaró que días antes del suceso le preguntó "si sabía de algún sitio en El Musel en donde vendiesen pistolas para matar a su mujer". Otro día el procesado, según la declaración del testigo, reiteró las amenazas de muerte al ver a su mujer cogida de la mano de un hombre y de su hijo paseando por el barrio de La Calzada de Gijón. "Ahora si que la voy a matar", dijo.

Estas amenazas también fueron corroboradas por la madre de la víctima, Dolores Prieto, que declaró hoy ante el magistrado y separada del acusado por un biombo, que el procesado le dijo días antes del asesinato que "Desirée tenía que ser para él o para nadie".

Dolores Prieto explicó que su hija no tenía miedo de que su marido le hiciese nada porque "la quería mucho" igual que al niño. Respecto al menor, la madre de la víctima dice que está a tratamiento psiquiátrico, que "se acuerda mucho de mamá" y que dice que "papá mató a mamá".

Otra de las amigas del acusado confesó que éste decía que si se encontraba a su pareja con otro por la calle "les iba a dar una paliza a los dos". "De la cárcel y de la locura se sale pero a donde la voy a mandar yo a ella no va a volver nunca", le comentó el acusado a la testigo.

Esta mujer definió al procesado como una persona "falsa" y "posesiva" que "se hace el loco" pero que en realidad "es consciente totalmente de lo que hace".

Por su parte, la hija del acusado declaró que Desriée estaba conviviendo con su padre cuando ya estaba saliendo con otra pareja y manifestó que la víctima le llamaba "amenazándolo" con quitarle "el piso, al niño y su vida". "Mi padre a ella no la quería sólo necesitaba al niño", apuntó.

La hija del procesado temía por la vida de su padre porque "había intentado suicidarse en varias ocasiones". "Mi padre nunca asimiló bien que mi madre --su mujer anterior-- le abandonase", dijo y añadió que "nunca la maltrató durante el tiempo en el que estuvieron casados aunque si cuando se separaron".

El juicio continuará mañana con la declaración de 12 testigos. Entre ellos comparecerá la ex mujer del acusado, un policía y testigos de la acusación particular.

PENAS.

El procesado se enfrentará a 44 años de cárcel. La Fiscalía pide 25 años de prisión por un delito de asesinato consumado y 19 años de cárcel, por otro en grado de tentativa, al haber sobrevivido el hijo de ambos a las graves heridas sufridas tras su apuñalamiento.

Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita al imputado la prohibición de acercarse o comunicarse tanto con su hijo como con la madre de la víctima, durante un plazo de 29 años, periodo en el que estará suspendido el régimen de visitas paternales. También se solicita el pago de una indemnización para la madre, las dos hermanas y el hijo de la víctima, por un importe total superior a los 200.000 euros.

La petición de la Fiscalía coincide con la hecha por el abogado del Estado, que actúa en representación de la Delegación especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer.

Por su parte, la acusación particular, pide también 25 años de prisión para el delito de asesinato consumado, pero eleva la petición fiscal en el caso del delito de asesinato en grado de tentativa hasta los 20 años, al contemplar la agravante de parentesco, y las medidas de alejamiento a 35 años. La indemnización solicitada está próxima a los 500.000 euros en total.

Por su parte, la defensa del acusado pide la libre absolución en el juicio, al sostener que "no hay pruebas contundentes" que demuestren que él fue el autor material de los hechos, sólo "indicios". El letrado, además, señaló que no hay constancia de que el menor herido sea su hijo.

Contenido patrocinado