El acusado de degollar a una mujer en Santa María del Corcó (Barcelona) dice que la mató porque le "atosigaba"

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 30 junio 2008 15:55

BARCELONA 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

El hombre que desde hoy es juzgado por un tribunal popular en la Audiencia de Barcelona acusado de apuñalar y degollar a una mujer en Santa María del Corcó, reconoció haber matado a la víctima porque le "atosigaba".

El procesado, Antonio N.B., de 38 años, explicó que, tras salir de trabajar a las seis de la mañana del 26 de junio de 2006, se fue a varios bares donde consumió entre seis y ocho cervezas y una cantidad similar de whisky.

Sobre las seis de la tarde, la fallecida, Mónica C.G., de 33, empezó a insultar a los clientes del local en el que se encontraba el acusado, por lo que la dueña del establecimiento llamó a los Mossos d'Esquadra. El procesado se acercó a ésta y le recriminó por haber alertado a la Policía catalana.

"¿Así es como solucionas las cosas?", le dijo el procesado, quien hoy calificó la frase de "comentario desafortunado". Mónica C.G. se acercó a él, le empujó y Antonio N.B. se limitó a quitársela de encima e irse hacia su casa porque, en estos casos, "lo mejor que se puede hacer es irse", agregó.

Sin embargo, y pese a que le pidió que lo dejara "en paz" y no le atosigase, la mujer le siguió por la calle Mayor. Cuando llegaron a la altura de la carnicería que regentaba su compañera sentimental, Antonio N.B. entró en el establecimiento y cogió un cuchillo de grandes dimensiones. En el juicio reconoció que fue el arma homicida.

"No sé cómo cogí el cuchillo y pasó lo que pasó", lamentó el procesado, quien dijo que harto de que Mónica C.G. --que no sufría ningún retraso mental por el que la hubieran incapacitado, como señaló inicialmente el fiscal en su escrito de acusación-- le atosigara la apuñaló cerca del callejón Can Vila. "No sé cómo lo hice" y, dos años después, "aún me preguntó por qué".

Tras cometer el crimen, regresó a la carnicería, dejó el cuchillo en el fregadero, se lavó las manos y se fue a tomar una cerveza a un bar --versión que corroboró su novia--, donde fue detenido por los Mossos d'Esquadra, que llegaron alertados por la dueña del local donde la fallecida había increpado al resto de clientes.

Los agentes explicaron a los miembros del jurado que el acusado presentaba síntomas de "estar bebido pero tanto como para no saber lo que sucedía, no". Ya en la comisaría, el procesado --que, según contó, por los comentarios se dio cuenta de la gravedad de lo ocurrido-- confesó el crimen y dijo que el arma homicida estaba en la carnicería.

La Fiscalía sostiene que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, por el que pide 20 años de prisión --la acusación particular pide 25 años--. También solicita que indemnice a la madre y a la hermana de la fallecida con 110.000 y 80.000 euros, respectivamente.

La defensa, en cambio, solicita que se condene al procesado a un máximo de ocho años de cárcel por homicidio con la atenuante de embriaguez, ya que sostiene que Antonio N.B. cometió el crimen borracho y es adicto a la cocaína y al alcohol: "Las cajas de cerveza me las ventilaba y las de whisky, también", afirmó el acusado.

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