Actualizado 06/10/2008 17:54

El acusado de matar a su ex mujer en Oviedo pide perdón a sus hijos y argumenta que "se puso loco"

"Mi ex mujer me insultaba y me decía que iba a meter hombres en casa", declaró el procesado ante el jurado popular

La acusación particular sostiene que J. R. T. tenía un caracter "autoritario" y "poco tolerante"


OVIEDO, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar a su ex mujer, el 1 de febrero de 2007, en la calle Capitán Almeida de Oviedo, J. R. T. R., de 71 años de edad, pidió hoy perdón a sus hijos y argumentó que cuando apuñaló a su ex pareja no era consciente de lo que hacía. "Me puse loco cuando me dijo que iba a meter a hombres en casa", dijo.

El procesado declaró hoy ante un jurado popular y ante el magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial en la primera sesión del juicio que continuará mañana a las 9.30 horas. Durante la vista oral de hoy también declararon tres agentes de la Policía Nacional que participaron en la detención y registro de la vivienda.

El acusado, que sólo respondió a preguntas de su abogado, se mostró "arrepentido" por lo sucedido y negó intención de acabar con la vida de su ex mujer. "Si hubiese querido matarla habría ido directamente al cuello", apuntó. J. R. T. explicó que su mujer "estaba todo el día insultándole" y que "perdió los nervios". "Me cegué y la apuñalé", confesó.

El acusado declaró que su mujer se negaba a vender el piso tras la separación y que "pretendía meter a hombres en casa". Según relató el procesado, en ese momento cogió un cuchillo de la cocina y fue hacia ella. "No se dónde la apuñalé porque perdí la consciencia debido a los celos", apuntó.

"HE MATADO A VUESTRA MADRE"

Tras el suceso, el acusado declaró que salió de casa y llamó a sus hijos alertándoles de lo que había sucedido: "Poneros en viaje porque he matado a vuestra madre". Acto seguido, llamó a un amigo policía con el que fue a la Comisaria para confesar el crimen.

Posteriormente, ya en el Centro penitenciario de Villabona, el acusado señaló que recibió la visita de su hijo, el pequeño de cuatro hermanos, porque tenían la intención de vender el piso. El procesado le comunicó que "como reparación del daño" les daba a sus hijos su parte del piso.

Por su parte, el Policía Nacional que le acompañó a Comisaría declaró ante el jurado que le une una amistad con el acusado porque ambos se dedicaban a la colección de monedas. El agente señaló que recibió una llamada del procesado confesándole que había matado a su mujer. "Tras declarar en Comisaría fuimos a la vivienda para confirmar su declaración", apuntó el policía.

En este mismo sentido, se manifestaron otros dos agentes que declararon como testigos durante la vista oral. Ambos señalaron que cuando entraron en la vivienda hallaron el cuerpo sin vida de la víctima, boca abajo y entre sangre.

Uno de los agentes señaló que encontraron junto al cadáver un cuchillo roto. "El mango tenía una hoja de un centímetro, debajo del cuerpo apareció otro trozo y suponemos, que los cuatro centímetros que faltan estarían en el interior de su cuerpo".

DE 14 A 25 AÑOS DE CÁRCEL

El fiscal, Gabriel Bernal, pide para el acusado una pena de 14 años de prisión y el pago de una indemnización de 57.000 euros para cada uno de sus cuatro hijos, al entender que existe un delito de homicidio.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la abogada María Consuelo Suárez, eleva la petición de pena a 25 años de prisión al considerar que el acusado cometió un delito de asesinato. "La víctima fue apuñalada con un cuchillo de 14 centímetros de hoja y le asestó más de 16 puñaladas", apuntó la letrada de la acusación.

La abogada de los hijos del acusado señaló que J. R. T. actuaba un carácter "autoritario" y "poco tolerante" y añadió que "tenía clara intención de dar muerte a su mujer, ya que la apuñaló con gran violencia".

Por su parte, el abogado de la defensa, Ignacio Botas, se mostró disconforme con los relatos del ministerio fiscal y de la acusación particular al argumentar que el acusado "no tenía intención de dar muerte a su ex esposa". Señaló que el procesado era "ridiculizado y ninguneado" por su ex mujer y que cuando la apuñaló "actuó en un estado incontrolable de ira y bajo un arrebato pasional"