Actualizado 21/04/2008 19:52

El acusado de matar a su ex mujer a tiros en Algarinejo (Granada) dice que no era su intención


CÓRDOBA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Manuel C.C., acusado de matar con una escopeta a su ex mujer mientras recogía aceitunas junto a su actual pareja en el cortijo La Atalaya de Algarinejo, en Granada, afirmó hoy que no tenía ninguna intención de hacer nada en contra de ellos.

Durante la vista oral, el procesado explicó que el día de los hechos, el 1 de enero de 2006, no fue al encuentro de ellos, sino que salió a cazar zorzales con una escopeta y al escuchar una máquina de coger aceitunas se acercó para hablar con los dos.

Una vez allí y con la escopeta en el hombro, les dijo "buenas tardes" y les preguntó qué hacían, mientras que, según explicó Manuel C.C., la víctima, que entonces vivía en Priego de Córdoba, salió corriendo, por lo que a él le entró "una cosa", se asustó y comenzó a dispararle. Luego, se acercó a ella, la escuchó que jadeaba y volvió a disparar por la espalda, a quemarropa y cuando ya estaba en el suelo.

Por su parte, la pareja de la fallecida salió corriendo, cogió su coche y huyó sin que, según el acusado, se lo impidiera, ni le disparara porque él en ningún momento intentó matarlo.

De otro lado, uno de los agentes de la Guardia Civil que detuvo al acusado al día siguiente, manifestó que Manuel C.C. estaba decaído, derrumbado, era consciente de lo que había hecho y se ofreció a cooperar sin ofrecer resistencia.

El procesado manifestó además que durante el matrimonio nunca hubo agresividad ni peleas, a pesar de que el fiscal manifiesta en su informe de calificación provisional que a lo largo de la vida matrimonial de ambos, el acusado mantuvo una conducta "grosera y despótica" en relación con su mujer, en particular cuando observaba que ésta conversaba con otros varones.

Por estas causas, la mujer padecía un trastorno depresivo recurrente, teniendo que ser tratada por el Servicio de Salud Mental de Cabra (Córdoba), llegando incluso a protagonizar una tentiva de suicidio mediante ingesta de medicamentos, si bien el procesado afirmó hoy en el juicio que desconocía por qué ella tenía síntomas depresivos.

Para el ministerio público, los hechos son constitutivos de un asesinato con agravante de parentesco, por lo que pide 19 años de cárcel; un homicidio en grado de tentativa sobre el compañero sentimental de la víctima, por lo que solicita siete años y seis meses más, además de un delito de maltrato familiar habitual, solicitando por él un año y nueve meses de cárcel.

Sin embargo, la defensa pide la libre absolución, mientras que la acusación particular solicita un total de 35 años, la acusación popular ejercida por la Junta de Andalucía 31 años y la abogacía del Estado lo mismo que el ministerio público.