Actualizado 27/10/2008 15:37

Acusado de matar a su ex novia en Alto de la Degollada (Asturias) cometió el crimen tras discutir "por una raya de coca"

OVIEDO, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de matar a su ex novia, Anabel Gutiérrez, el 14 de junio de 2007 en un área recreativa del Alto de la Degollada (Candamo, Asturias), de varios golpes con una piedra, declaró hoy ante el juez, que "había consumido entre 40 y 50 pastillas tranquilizantes, doce botellas de sidra y cocaína" el día que cometió el crimen. "La discusión comenzó porque ella quería más rayas de coca", añadió el acusado.

El juicio, que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, arrancó hoy con la declaración del acusado ante los once miembros del Jurado Popular. Durante la sesión, las partes, fiscalía, acusaciones y defensa explicaron al jurado sus posturas.

El procesado, que se acogió a su derecho de responder únicamente a las preguntas de su letrado, manifestó que la relación con la víctima "era mala". "Convivimos durante dos escasos meses y yo había hablado con un abogado para dejar de pagar el alquiler del piso en el que vivíamos", apuntó.

José Antonio Santiago Abad declaró que el día de los hechos quedó con Anabel Gutiérrez para tomar algo y hablar de los problemas del piso. "Estuvimos en algunos locales de Avilés en los que bebimos varias botellas de sidra", apuntó.

A lo largo de la tarde, el acusado manifestó que fue a casa de su hermana a recoger las llaves del coche y "aprovechó para tomarse entre 40 y 50 pastillas de ansiolíticos en el ascensor". Además, relató que consumió cocaína argumentando que entre las pastillas y la sidra "si no consumía cocaína se caería al suelo".

El procesado manifestó que tras consumir varias sidras ambos decidieron ir al área recreativa de La Degollada (Candamo) para "mantener relaciones sexuales". "Una vez allí, --relató el acusado-- "Anabel se enfadó porque le puse una raya de cocaína y ella quería más". José Antonio Santiago manifestó que en ese instante comenzó una discusión entre ambos. "Ella me insultó y me empujó y en ese instante sin saber lo que hacía arremetí contra ella con una piedra".

El Ministerio Público solicita, en su escrito provisional, que se condene a Juan Antonio S. A., de 34 años de edad, a 20 años de cárcel, la Abogacía del Estado coincide con la letrada de la acusación, Victoria Carbajal, en solicitar la pena máxima que recoge el Código Penal por este delito, 25 años de prisión. Respecto a la indemnización, Carbajal pide una multa de de 200.000 euros mientras que la abogacía del estado solicita 150.000 euros.

El ministerio fiscal además, pide que el acusado indemnice en 200.000 euros a la hija de la víctima, menor de edad, y en 10.000 a Carmen Raquel Tielve, la madre de la joven presuntamente asesinada, por los daños y perjuicios morales sufridos. El fiscal coincide con el resto de acusaciones al considerar que concurre la agravante de parentesco.

Las acusaciones manifiestan que además del agravante de parentesco hay que tener en cuenta los agravantes relativos a circunstancias de tiempo y lugar ya que defienden que el acusado la llevó a un lugar alejado y con nocturnidad para cometer el crimen. Además sostienen que existió el agravante de abuso de confianza.

Una cuarta acusación, de la hija de la víctima, solicita la pena máxima para Juan Antonio S. A., vecino de La Carriona, por un delito de asesinato y que pague a la menor una suma de 300.000 euros.

El letrado que representa a la menor considera que concurren en el caso las siguientes agravantes: aprovechamiento de la circunstancia de lugar, tiempo o auxilio; incremento del sufrimiento de la víctima, abuso de confianza y el parentesco, ya que entre el imputado y la víctima existió una relación de parentesco.

Por su parte, el letrado de la defensa pidió la pena de ocho años de prisión para su cliente al considerar que cometió un delito de homicidio. El abogado del acusado negó que existiese el agravante de parentesco al argumentar que ya había finalizado la relación entre ambos y consideró que su cliente cometió el crimen bajo los efectos de las drogas y del alcohol y bajo un trastorno mental y de comportamiento.