Actualizado 21/04/2008 19:26

El acusado de matar y tirar a una mujer a la basura en Reus (Tarragona) dice que "no midió su fuerza" al estrangularla

TARRAGONA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Miguel Angel M.A, acusado de estrangular y tirar en un contenedor a Mercè P.V. en junio de 2005 en Reus (Tarragona), admitió hoy los hechos aunque explicó que fue por accidente, porqué "no midió su fuerza" cuando le apretó el cuello "sin intención de matarla". Cuando se le preguntó porqué tiró el cadáver a un contenedor, afirmó que lo hizo porque estaba "asustado".

Según relató el acusado en la vista oral que empezó hoy en la Audiencia de Tarragona, conoció a la víctima la misma noche de los hechos, fueron a beber por bares cercanos, empezaron a besarse y fueron a su casa, que también estaba cerca.

Allí, ella, que iba bebida, según admitieron varios testigos, se tumbó en la cama e iniciaron una relación. El acusado, que sólo respondió a las preguntas de su abogado y se negó a hacerlo con los de la acusación particular y la Fiscalía, afirmó que la relación "la empezó ella", que se apretaron las manos y negó que le intimidara con algún cuchillo. En su opinión, los cortes que presentaba la víctima en el cuello podían deberse al sello de un anillo que él llevaba.

El acusado siguió explicando que Mercè P.V. "no ofreció resistencia" y "no hizo ninguna señal de que le molestara o le hiciera daño", a pesar de que él la mordió y la cogió por el cuello apretando. Según el acusado, "no midió su fuerza", porqué estaba drogado y bebido, y cuando quitó la mano de su cuello "ya no respiraba". Preguntado por su abogado si tenía intención de matarla, Miguel Ángel lo negó y dijo que "en ningún momento".

Con la chica muerta, el acusado explicó que, "asustado", la bajó a la calle "con la intención de dejarla por ahí" pero como no vio a nadie optó por tirarla a un contenedor de basura. Durante el trayecto entre su piso y el contenedor, recordó que dio varios golpes al cuerpo "sin ser intencionados", sino debido al arrastre del cadáver.

Por su parte, el tío del acusado y propietario del edificio donde ocurrieron los hechos, manifestó que esa noche no oyó nada porque se tomó un somnífero.

La Fiscalía y la acusación particular mantienen que el acusado aprovechó el estado de embriaguez de la víctima para abusar de ella y después matarla estrangulándola. Por ello, la fiscal pide una pena de 18 años de cárcel por el asesinato y nueve por la agresión sexual.

La acusación particular mantiene la petición de pena por asesinato y eleva a 12 los años de condena por la agresión sexual. Para la defensa, fue un acto involuntario y solicita la absolución o, en todo caso, que se considere homicidio con un máximo de pena de dos años de prisión, que ya se habrían cumplido de forma preventiva.