Actualizado 10/12/2008 15:56

AMPL.- Una acusada de estrangular a su novio en Gran Canaria argumenta que la tenía "amargada" y la maltrataba

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una mujer acusada de estrangular a su pareja durante una discusión el pasado mes de marzo en el domicilio familiar, situado en Las Palmas de Gran Canaria, aseguró hoy que él --que se encuentra en estado semivegetativo-- la tenía "amargada" y la maltrataba psicológicamente y físicamente, pues "unas veces" le daba "palizas y otras bofetadas o empujones". "Me sentía como una mierda a su lado", afirmó.

"No sé lo que me pasó, ese día yo me volví loca", declaró M.J.G.G., de 23 años de edad y sin antecedentes penales, en el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que ha quedado visto para sentencia y en el que la Fiscalía, representada por Evangelina Ríos, pide para ella el internamiento en un centro y una pena de 4 años y seis meses de cárcel por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.

La defensa de la procesada, Juan Sánchez Limiñana, pide para su cliente la libre absolución al entender que es la "clásica víctima de malos tratos". "Ella se estaba defendiendo de un ataque físico y psicológico continuo" y sufrió un "trastorno mental transitorio y estaba psicológicamente secuestrada", alegó el abogado.

Durante su comparecencia, la acusada, visiblemente emocionada, explicó que sobre las 15.00 horas del día 27 de marzo de 2008 se produjo una discusión entre ella y su pareja, de 49 años de edad. En el transcurso de la misma él estaba "algo borracho", la insultó y le dijo: "no vas a ir al asadero, no vales un duro, no sirves para nada". El varón cogió un cuchillo y le dijo que la "iba a matar", a lo que ella contestó: "mátame ya".

A continuación, él dejó el cuchillo pero continuó con los insultos diciendo que tenía "asco a los niños" que tenían en común y se tumbó en la cama para ver la televisión. En ese instante, M.J.G.G. se abalanzó sobre él y le agarró fuertemente por el cuello con ambas manos durante "un minuto más o menos", soltándolo más tarde.

"No quise hacerlo, pero fueron los nervios, le vi la cara roja y me asusté y le solté", ratificó. Asimismo, admitió que llamó a la Policía Nacional antes de que ocurrieran los hechos porque tenía "miedo" y quería que se lo llevaran de la vivienda porque estaba "amargada".

Igualmente telefoneó después de los hechos a su yerno porque pensó que su pareja tenía "algo grave porque se quedó como dormido y le salía flema verde de la boca". Sobre las 15.55 horas de ese mismo día se personó la Policía Nacional en la casa y el varón, que presentaba una intoxicación etílica, fue trasladado a un centro hospitalario en ambulancia al sufrir un infarto cerebral bilateral.

Después de los hechos, la procesada visitó a su pareja en el hospital varias veces y fue detenida el día 11 de abril de 2008 por la Policía.

ELLA PRESENTÓ UNA DENUNCIA POR AGRESIÓN

La procesada estaba conviviendo con su pareja desde hacía cuatro años y tenían en común dos hijos menores de edad. La acusada recordó que el 4 de febrero de 2008 formuló denuncia ante la Policía por una agresión física con parte médico en el que constaban traumatismos contusos faciales por agresión.

A consecuencia de la denuncia se incoaron diligencias urgentes en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Las Palmas de Gran Canaria el 6 de febrero y por auto del mismo día se acordó el sobreseimiento provisional de las actuaciones, al renunciar la perjudicada a ser reconocida por el médico forense ya que, según ella, se "sentía mal al verle en los calabozos".

LE AGREDIÓ DURANTE EL EMBARAZO

Indicó que las agresiones e insultos eran "mutuos" y "habituales" durante el tiempo de la relación y que él la agredió "incluso cuando estaba embarazada".

También prestaron declaración una doctora, un médico, un enfermero y un técnico de la ambulancia que trasladó a la víctima, una trabajadora social del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y cinco agentes de la Policía Nacional, uno de los cuales indicó que al llegar al lugar pensaban que "era una simple riña familiar".

Por su parte, la forense que atendió a la víctima dijo que en el momento en que lo analizó estaba "en coma vegetativo con deterioro neurológico muy severo", tenía "respiración espontánea, apertura de ojos y respuesta de estímulos". Agregó que una "agresión externa en el cuello bloqueó el flujo sanguíneo hacia el cerebro por lo que la víctima, consumidor habitual de alcohol, sufrió un infarto cerebral".

El perito que analizó a la acusada aseguró que ésta sufre un "trastorno de comportamiento y adaptativo" debido al "estado de ansiedad por el trato vejatorio y los insultos" al que su novio la tenía sometida y también "cerró el círculo en torno a ella y eso afectó a sus capacidades".

Según el especialista, ella le contó "episodios de violencia doméstica prácticamente desde que convivían juntos", pero ella seguía "muy implicada sentimentalmente" hacia él.

La forense añadió que el relato de la procesada es "totalmente verosímil y no entra en contradicciones" y sufría un "sometimiento psicológico" hacia su pareja.

La madre de M.J.G.G. explicó que había invitado a su hija a un asadero y ella quería asistir, pero su pareja se "lo prohibió porque no quería que hubiera relación" entre ambas. "Yo le decía a ella que le dejara, ella tenía miedo y hablábamos a escondidas", aseveró la mujer.

Por otro lado, la hija del hombre admitió que conocía las continuas discusiones entre su padre y M.J.G.G., pero confesó que "nunca" le vio "levantarle la mano" delante de ella. En los mismos términos se expresó el yerno de la acusada que manifestó que "ellos discutían mucho" y que su suegro "la quería dejar".

INDEMNIZACIÓN DE 265.045 EUROS

Así, el Ministerio Fiscal ha solicitado el ingreso de la acusada en un centro de internamiento previo al ingreso en prisión, pide una pena de cuatro años y seis meses de cárcel, con la pena accesoria de inhabilitación absoluta para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, además de que pide imponerle la prohibición de aproximarse al hombre, a su lugar de residencia y de comunicación con él por cualquier medio durante seis años.

Según la acusación pública, concurren en la acusada las circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, agravante de parentesco y la atenuante de anomalía psíquica y eximente incompleta, pero no estima la atenuante de arrepentimiento espontáneo, ya que la fiscal considera que "en ningún caso ella ha colaborado con la justicia".

Además, la Fiscalía reclama que, en concepto de responsabilidad civil, la procesada indemnice a los tres hijos de la anterior relación de hombre y a los dos hijos comunes con 265.045 euros por el estado vegetativo persistente que padece su padre, además de la cantidad de 86.158 euros por los daños morales complementarios.

Por su parte, el abogado de la defensa, Juan Sánchez Limiñana, señaló que M.J.G.G. es "una víctima de tantas que aparecen en las páginas de los periódicos". Comentó que el varón "la violaba y le pegaba" y ella sufría una "dependencia psicológica extrema hacía él como consecuencia del maltrato".

"Fue una reacción ante un acoso físico y psicológico para acabar con una situación que la desbordaba", apostilló el letrado, que planteó que su cliente reciba tratamiento externo.