VALENCIA 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a una pena de tres años y diez meses de cárcel a una mujer acusada de apuñalar con un cuchillo de cocina a su marido en plena calle, en el municipio valenciano de Massalavés, después de haber mantenido una discusión, en la que él la agredió. Ésta, aunque no admitió durante el juicio que agrediera a su marido de manera intencional o consciente, indirectamente reconoció que fue ella la que le produjo las heridas.
El tribunal la condena a tres años y diez meses de prisión por un delito de homicidio intentado, con el agravante de parentesco y la eximente incompleta de legítima defensa, y a que indemnice a su pareja con unos 14.000 euros por las lesiones y secuelas causadas. Asimismo, condena al hombre a una pena de seis meses de prisión por un delito de maltrato familiar y una falta de maltrato, concurriendo la atenuante de embriaguez.
La Audiencia considera probado que sobre las 22.00 horas del día 26 de marzo de 2007 se inició una discusión en el domicilio conyugal en cuyo transcurso se produjo un forcejeo --estima que la convivencia siempre estuvo salpicada de conflictos y de episodios violentos--. Minutos después, el hombre, que en ese momento tenía sus facultades mermadas por la abundante ingesta de bebidas alcohólicas, se puso en medio de la calle provocando a los conductores que circulaban por el lugar.
La mujer, que presenció desde el balcón la actuación de su marido, y después de que unos conocidos suyos le dijeran que éste quería quemar su vehículo, bajó a la calle con un cuchillo de cocina de unos 10 centímetros de hoja y cuando salió del patio calló al suelo tras ponerle la zancadilla su pareja. Allí recibió patadas y puñetazos.
Acto seguido, según recoge como probado el tribunal, como el hombre hizo ademán de quitarle el cuchillo al tiempo que continuaba agrediéndola, la mujer se lo clavó en el abdomen, por lo que precisó una intervención quirúrgica y estuvo 90 días sin poder dedicarse a sus ocupaciones habituales. Por su parte, la mujer resultó lesionada en la cabeza y en el hombro.
Para establecer la pena, el tribunal se basó, entre otros aspectos, en la declaración de la mujer, quien admitió que cogió un cuchillo de cocina con el que bajó a la calle, y aunque no admitió que agrediera a su marido de manera intencional o consciente, indirectamente reconoció que fue ella la que le produjo las heridas. Además, antes del juicio, en fase de instrucción, declaró que "pinchó" al hombre con el cuchillo, "pero sin saber cómo lo hizo ni dónde".
Junto a ello, recoge la declaración de agentes de la Guardia Civil que escucharon en boca de la mujer decir que había clavado el cuchillo a su pareja en un forcejo y también la declaración del otro procesado que señaló a la mujer como la persona que le clavó el arma. Así, considera que tanto por la peligrosidad potencial del cuchillo, como por la intensidad de la cuchillada, "si no buscaba matar directamente a la víctima, al menos aceptaba el resultado que se le tenía que representar".