JAÉN, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén juzgó hoy a un hombre por someter supuestamente a su mujer durante los diez años en los que estuvieron casados malos tratos así como diversas violaciones.
Frente a esas imputaciones, el procesado, Juan José M.J., sostuvo ante el tribunal que jamás infringió maltrato alguno, ni insultos y que las relaciones sexuales que tuvieron fueron absolutamente normales. Según relató, todo este proceso es un mero "circo" que se montó después de que ambos se separaran y de que él denunciara tanto a la mujer como al padre de ella por agredir a sus dos hijos.
A preguntas del ministerio público, este hombre replicó que era la mujer la que insultaba a sus hijos y que él no le hablaba a los menores mal de ella. Además, señaló que él la ayudaba a buscar trabajo, pero que ella es una mujer que "tenía carácter" y que una vez le dijo que no quería someterse ni a horarios laborales ni a normas, con lo que él era el que trabajaba normalmente, siempre según su relato.
Así, describió un matrimonio en el que él mismo era el que lo hacía todo, desde trabajar para conseguir un sueldo hasta limpiar la casa, hacer la comida y cuidar a los niños ya que la denunciante, según afirmó, en la última etapa de su convivencia empezó a salir. "De los 365 días del año ella estaba 200 noches en la calle", aseguró.
El acusado, vecino de Santisteban del Puerto, insistió en que su relación con ella fue "muy buena" hasta que se deterioró por culpa de que "salía hasta las tantas de la madrugada" y agregó que lo que "no podía ser era que estuviera todo el día trabajando, luego limpiando y ella mientras de juerga".
A PUERTA CERRADA
A continuación, declaró la mujer y aunque su testimonio se celebró a puerta cerrada el ministerio fiscal recoge su versión en su escrito de acusación, en el que relata que en los diez años que estuvieron juntos el procesado "sometía a su esposa a un continuo control" con agresiones físicas "frecuentes" e insultos constantes, de los que a veces eran testigos los hijos.
Además, el fiscal explica en su escrito que no permitía a la mujer que se relacionase libremente con su familia o que saliera para tomarse un café o trabajara. También afirma que le obligaba a ver películas pornográficas, extremo que el acusado desmintió en la vista oral. "Durante el matrimonio obligó a su mujer a mantener relaciones sexuales no consentidas", señala a la vez que especifica que la introducción de objetos por la vagina le provocó "grandes dolores vaginales y abdominales".
Inicialmente y a falta de que el juicio quede visto para sentencia, el ministerio público reclamaba que este hombre fuera condenado a 25 años de prisión mientras que la defensa argumentaba que todo es una invención de la mujer y que su cliente debe ser absuelto.