Actualizado 12/03/2008 15:08

Más de 600.000 mujeres trabajan como empleadas del hogar en la economía sumergida, según feministas

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 600.000 mujeres, en su mayoría inmigrantes, trabajan como empleadas del hogar en la economía sumergida española, según los cálculos de la Federación de Mujeres Progresistas facilitados durante la presentación de la 'Guía para la Contratación Responsable de Empleo Doméstico'.

La presidenta de esta asociación, Yolanda Besteiro, denunció que las trabajadoras domésticas no tienen derecho a las prestaciones por desempleo, cuentan con una paga extra menos, y reciben indemnizaciones inferiores al resto de actividades si son despedidas de manera improcedente. Todo ello aun cuando coticen en la Seguridad Social.

Besteiro subrayó que, además, estas mujeres cobran bajos salarios, sufren malas condiciones laborales, y no tienen ninguna posibilidad de promoción en estos trabajos. "Además, las trabajadoras de este sector no se asocian para reclamar sus derechos porque muchas de ellas se encuentran en situación irregular en España", apostilló.

Para acabar con esta situación "de especial indefensión y vulnerabilidad", Besteiro reclama al Gobierno que, entre otras cosas, ponga en marcha su plan para liquidar el Régimen de Empleadas de Hogar.

De esta manera, agregó, estas mujeres se incluirán en el Régimen General de la Seguridad Social y "pasarán a tener los mismos derechos y obligaciones que las personas que desarrollan otros trabajos". "Este sector se debe regular de manera clara para acabar con los abusos de los empleadores", sentenció.

Por su parte, la responsable del Departamento de Migraciones de UGT, Ana María Corral, criticó que "esté aceptado socialmente" que se contrate irregularmente a una empleada del hogar, y reprobó que en muchos casos éste es "un servicio anacrónico, de servidumbre, en el que la mujer tiene que estar en permanente disposición del empleador".

Mientras, la portavoz de la Asociación de Trabajadoras de Bizkaia, Isabel Quintana, aseguró que más del 90 por ciento los contratos en este sector se hace de manera verbal, e instó a ambas partes a formalizarlos por escrito "por el bien de los dos". Por último, señaló que las derechos de las empleadas del hogar "son inferiores a los de los demás sectores y, por si fuera poco, en muchos casos ni siquiera se cumplen".