MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfredo Dagnino, afirmó hoy que la decisión de integrar todos sus colegios en la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) y retirar uno de ellos de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE) no significa "la división de la escuela católica".
En rueda de prensa, Dagnino reconoció que sólo uno de los seis centros escolares de la fundación --el colegio Jesús María, de Alicante-- pertenecía a FERE y que han retirado la adhesión del mismo por su "disconformidad ante el planteamiento de esta patronal, en relación a la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (EpC)". "Nos hemos sentido poco apoyados por FERE", añadió.
"No estoy dispuesto a alimentar fricciones y enfrentamientos, pero tenemos que tener claro dónde estamos", apuntó el presidente de la fundación universitaria. "Dicen que la iglesia está dividida, pero la Conferencia Episcopal Española ha emitido dos notas al respecto que dicen claramente que la asignatura tal y como se concibe es inaceptable, en la forma y en el fondo y que persigue una pretensión ilegítima, que es imponer a todos la moral de unos pocos", aseveró.
Asimismo, Dagnino reiteró que para "hacer frente a EpC", los colegios de su fundación llevarán a cabo "todos los medios legítimos en derecho", entre lo que figura la objeción de conciencia. En este sentido, aseguró que, con esta medida, "los padres cumplen con la Constitución, amparándose en toda una doctrina del Tribunal Constitucional que antepone el ideario de cada persona ante cualquier injerencia del poder público".
En este sentido, aclaró que han interpuesto recursos contenciosos administrativos contra algunos reglamentos, "como los dictados por la Generalitat de Catalunya" que, a su entender, "menoscaban nuestro ideario y el derecho constitucional del algunos padres de elegir la formación religiosa y moral que quieren para sus hijos". "La cuestión está pendiente de resolución", aclaró.
Además, el presidente de la fundación aseguró que cuando les llega las objeciones de conciencia de algunos padres, "esta entidad no las mete en el cajón, como hacen otros" y tampoco "les amenaza con que no se les va a expedir el título académico". En este sentido, afirmó que se trata de "una cuestión que afecta a cualquier ciudadano, aunque no profese una fe, porque está en juego la libertad en general y la de la enseñanza en particular".
Dagnino puntualizó que la fundación que preside no se opone a que "se pueda enseñar" la Constitución Española, la doctrina de los Derechos Humanos, urbanidad... Sin embargo, aclaró que sí se oponen a los contenidos que se refieren a la "conciencia moral" que, a su juicio, "no se pueden imponer obligatoriamente desde el poder público, sino que esto debe ser fruto de una elección libre".
"NUESTRA HOJA DE RUTA".
Por su parte, la presidenta de CECE, Isabel Bazo, aseguró que su patronal es "aconfesional", pero que, "en determinados momentos" se posiciona en los ámbitos que "lesionan el derecho de los centros y el de las familias", refiriéndose a EpC.
En este sentido, afirmó que su organización tiene una hoja de ruta: "promover y defender el derecho la libertad de enseñanza; la libertad de creación de centros e instituciones de enseñanza, así como el derecho de los padres a elegir la educación que deseen para sus hijos y el centro educativo que responde a sus convicciones; y defender la legítima autonomía e identidad pedagógica de las organizaciones integradas en la confederación, así como a los centros a los que pertenezcan".