Publicado 05/02/2020 17:10

Médicos del Mundo destaca el papel de los profesores en la lucha contra la mutilación genital femenina

    Actualmente son 200 millones de mujeres y niñas las que han sufrido la mutilación de sus genitales.
Actualmente son 200 millones de mujeres y niñas las que han sufrido la mutilación de sus genitales. - FUNDACIÓN MUJERES FELICES - Archivo

   MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

    Médicos del Mundo ha defendido el papel de los profesores en la prevención y lucha contra la mutilación genital femenina, así como el trabajo "interdisciplinar" con los colegios, los centros de salud y con las familias para evitar que nadie ampute el derecho a ser mujer de las niñas.

   Con motivo del Día Mundial contra la Mutilación Genital Femenina, que se celebra el 6 de febrero, la ONG recuerda que en España hay más de 18.000 niñas en riesgo de sufrir esta práctica. Asimismo, pide "ampliar el protocolo estatal al ámbito educativo", tal y como han hecho ya lagunas normativas autonómicas.

   Asimismo, reclama "la implicación de las administraciones públicas con competencias en educación y de los centros educativos con alumnado proveniente de países en riesgo".

   Según destaca, la ONG forma a profesionales de la salud, de la educación y a las figuras de orientación de colegios e institutos. "En las aulas se previene, y en muchos foros, tanto académicos como vecinales, se rompen mitos sobre la mutilación genital femenina", destaca.

   A su juicio, es "fundamental" la formación de todos los sectores involucrados en prevenir y combatir la mutilación genital "y evitar así estereotipos y concepciones erróneas".

   En este contexto, la organización recuerda la labor que hace en 'la pequeña Malí' --como llaman a Recas, un pueblo de la provincia de Toledo de algo más de 4.000 habitantes, 600 de ellos procedentes de este país africano--.

   En este municipio, la comunidad educativa, la sanitaria y las familias se han "volcado en un trabajo de equipo que salva el clítoris y la vida de muchas niñas, en riesgo de ser mutiladas cuando viajan con sus familias a sus países de origen por vacaciones, tal y como señala la ONG.

   En el momento en el que viajan a sus países, se activa todo un protocolo coordinado que requiere la involucración de muchas personas: la profesora comunica la información a la orientadora y director del centro. Estos citan a la familia de la menor para corroborar la información y explicar el proceso por el que tienen que pasar antes y después del viaje.

   Los progenitores deberán acudir al centro de salud y firmar un documento preventivo en el que se comprometen a no mutilar a su hija y, al regreso del viaje, permitir que la pediatra revise a la menor para comprobar que no ha sufrido la mutilación.