BARCELONA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las patronales catalanas Cecot y Pimec consideraron hoy que las bases de la futura Ley de Educación de Catalunya (LEC) tienen aspectos positivos, pero ambos coincidieron en reclamar un consenso social y más protagonismo del mundo empresarial en el futuro de la enseñanza catalana, en el día en que los profesores estaban llamados a la huelga contra esta ley.
La patronal multisectorial de micro empresas y pymes de Catalunya, Cecot, manifestó hoy su confianza en la propuesta de ley de educación, ya que significa "un paso importante en la mejora del sistema educativo". La entidad considera que "no es el momento de convocar huelgas", sino de apostar por un consenso político y social.
Según afirmó hoy el presidente de la patronal, Antoni Abad, el documento de las 'Bases de la Ley de Educación de Catalunya' es desde un punto de vista empresarial, una solución "para afrontar el problema de competitividad del país, que se basa sobre todo en las personas".
La patronal destacó que la situación actual de la formación influye directamente en el desarrollo social y económico de Catalunya, y que es necesario recuperar aspectos como la cultura del esfuerzo o la capacidad emprendedora del alumnado.
No obstante, también consideró que debe existir un papel más activo por parte del sector empresarial en el sistema educativo y trasladó algunas propuestas al Conseller de Educación, Ernest Maragall.
Entre estas aportaciones, se encuentran el aprendizaje basado en el conocimiento práctico, el refuerzo de la formación cívica y de los valores humanos, la libertad de elección de escuela sin tener en cuenta criterios de proximidad o nivel de rentas, la orientación plural a los alumnos que finalizan la enseñanza obligatoria, la planificación estratégica de la formación profesional y la adaptación de formas innovadoras que combinen formación y trabajo.
MOTIVOS DE LA "CRISIS" EDUCATIVA.
Por su parte, Pimec señaló que sería necesario que el Govern "situase en primer término la voluntad de alcanzar una ley que sea fruto del consenso entre las distintas fuerzas políticas y sociales" para que los posibles cambios de gobierno en el futuro "no comporten" cambios legislativos. "El país necesita una ley de educación estable", señaló la patronal en un comunicado.
Explicó que la "crisis" actual es consecuencia de los "continuos" cambios legislativos y la pérdida de prestigio y de autoridad de los profesiones, la prevalecencia, "no siempre acertada", de algunos sindicatos corporativos "sobre los intereses de la formación de los alumnos", la "falta de exigencia" de formación continuada del profesorado y la asignación de parte de los recursos a "objetivos de dudosa incidencia en la mejora de resultados", entre los que situó la aplicación de la sexta hora.
Pimec valoró la "voluntad" de diálogo con la sociedad patente en el documento de bases pero consideró que la participación del mundo empresarial "aparece en el documento de forma muy limitada y escasamente definida". Consideró que la ley tendría que potenciar las prácticas de empresa y que reconociese a esta "como agente formativo".
ASPECTOS POSITIVOS.
Pimec valoró como aspectos positivos del documento que transmita valores de una sociedad democrática y que sus elementos centrales sean el civismo y la lengua catalana, pero echó en falta otros, como "la valoración del esfuerzo y la disciplina del alumnos y de su capacidad emprendedora", el "rigor formativo" de los profesores y la decisión de los padres de "tener y exigir" a sus hijos ese esfuerzo y disciplina y respeto hacia los profesores.
También valoró positivamente la apuesta por la autonomía de centros y consideró "absolutamente necesario romper la dinámica" actual de provisión de plantillas "más conformes con las inercias funcionariales y la influencia de sindicatos, que con las necesidades propias de la formación y de los centros que la imparten".
Afirmó que "es necesario que sea prioritario" la mejora del nivel formativo del profesorado y añadió que son exigencias básicas para ejercer la profesión de maestro el conocimiento de las lenguas extranjeras, las nuevas tecnologías, la formación permanente y la innovación, entre otros aspectos.
Consideró positivo que la ley contemple la posibilidad de volver a puntuar las calificaciones de los estudiantes y valoró que el documento plantee vías de provisión de la oferta de formación profesional, pero puntualizó que encuentra a faltar que no se haga "ninguna referencia" a un observatorio del mercado, "como vía sólida de provisión" de una parte de dicha oferta.