SANTANDER, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Pediatría, Julio Ardura, afirmó hoy en Laredo que "el mayor problema de la obesidad en los jóvenes es que va a limitar la expectativa de vida, va a suponer un gasto sanitario y un motivo de consulta continuo, y va a provocar una calidad de vida deficiente que arrastrará a la edad adulta".
Ardura se pronunció así durante su intervención en el curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC) 'Prevención de la obesidad en el adolescente', que se desarrolla esta semana en la sede de Laredo, y que organizó hoy una mesa de expertos en la que se analizaron las consecuencias que conlleva la obesidad en los adolescentes.
En la misma, además de Ardura, participaron el catedrático de Pediatría Serafín Málaga; las profesoras Margarita Alonso y Cristina Campoy, o Juan José Díaz e Isolina Riaño, ambos pertenecientes a la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital San Agustín de Avilés, según informó la UC en un comunicado.
Entre las dificultades asociadas al exceso de peso, los especialistas consideraron como las más importantes la hipertensión y el síndrome metabólico, que pueden provocar en los jóvenes patologías cardiovasculares graves.
Los especialistas señalaron que la obesidad infantil actúa como reflejo de lo que puede pasar en la vida adulta de los individuos que la padecen, y concluyeron que los enfermos pueden arrastrar múltiples enfermedades que afectarán a su nivel de vida.
"Sobre todo verán perjudicado su sistema cardiovascular y se producirá un aumento de la presión arterial", comentó Ardura, que actuó como moderador de la mesa de expertos.
Además, se analizaron otras alteraciones asociadas a la obesidad, como la pérdida de la condición física de los individuos por razón de su sobrepeso y su sedentarismo.
En este sentido, los expertos apuntaron como la mayor dificultad sobrevenida, la posibilidad de inflamación en los vasos arteriales, que puede provocar en un futuro angina de pecho, infarto o accidente cerebro-vascular.
El problema se complica aún más porque estas patologías en la infancia son "subclínicas", es decir, no se detectan aunque se hagan ciertos análisis, porque pueden pasar desapercibidas.
También se incidió en la percepción del estilo de vida de los adolescentes con obesidad, para ofrecer una panorámica de la gravedad que tiene el exceso de peso como problema de salud pública.
"La obesidad conlleva un problema psicológico importante, por la dificultad que tienen estos chicos para relacionarse", señaló Ardura.
La mesa de expertos reflexionó acerca de este aspecto, dado que las medidas de intervención que se pueden programar para mejorar la salud del joven deben tener en cuenta el componente psicológico, porque "el interés y la motivación del adolescente con sobrepeso u obesidad tiene una connotación muy grande para que tenga éxito la intervención", subrayó el moderador.