Actualizado 06/08/2012 17:44

Hasta 400.000 personas han sido acogidas en campamentos de refugiados tras huir de la violencia en Assam (India)


GUWAHATI (INDIA), 6 Ago. (Reuters/EP) -

Unas 400.000 personas han sido ya acogidas en los campamentos de refugiados levantados para atender a las personas que han huido de la violencia tribal en la región de Assad. Sin embargo, en los campamentos faltan alimentos, agua potable y medicamentos, según denuncian las organizaciones humanitarias y reconoce el propio Gobierno.

Al menos doce personas han muerto debido a enfermedades como la diarrea o la malaria, causadas por las malas condiciones en las que los refugiados se hacinan en los campamentos.

"Estamos en estado de alerta", ha reconocido el ministro de Sanidad del estado de Assam, Himanta Biswa Sarma. "La gente de los campamentos sufre de diarreas, disentería, malaria y fiebres. Estamos preocupados por la situación de los bebés y las embarazadas", ha añadido.

Sarma ha explicado que hay unos 8.000 niños menores de dos años enfermos y cientos más han dado positivo por malaria. También hay unas 4.000 embarazadas en los campamentos que no tienen la atención sanitaria adecuada.

La violencia entre la tribu Bodo y los colonos musulmanes procedentes del vecino Bangladesh estalló el pasado 20 de julio cuando individuos no identificados mataron a dos jóvenes bodos. En venganza, milicias armadas de los bodos atacaron a los musulmanes, a los que responsabilizaron de los asesinatos.

Hasta el momento 61 personas han muerto por la espiral de violencia y proliferan las patrullas armadas con machetes que han arrasado decenas de pueblos y aldeas tanto de bodos como de musulmanes. Muchos civiles se han visto obligados a huir a colegios y otros edificios públicos que han sido convertidos en centros de acogida.

Los cooperantes que trabajan en los campamentos denuncian su ambiente "asfixiante", con cabezas de ganado viviendo junto a sus dueños, sin apenas retretes y con acceso limitado al agua potable. Mucha gente duerme a la intemperie. Sin embargo, pocos se atreven a regresar a sus casas, ya que siguen llegando noticias de nuevos ataques. Otras cinco personas han sido asesinadas a lo largo de este último fin de semana.