PARÍS 16 Abr. (Reuters/EP) -
La ex estrella de cine francesa Brigitte Bardot fue sometida ayer a juicio por insultar a los musulmanes, en la quinta ocasión en que se enfrenta al cargo de "incitar al odio racial" por sus controvertidas declaraciones sobre el Islam y sus seguidores.
Los fiscales pidieron al tribunal parisino que condenen a Bardot, de 73 años, a dos meses de prisión suspendida y a una multa de 15.000 euros por decir que la comunidad musulmana está "destruyendo nuestro país e imponiendo sus actos".
Desde que se retiró de la industria cinematográfica en la década de los 70, la actriz se ha convertido en una importante activista por los derechos de los animales y también se ha metido en varios problemas por denunciar las tradiciones musulmanas y la inmigración de países predominantemente islámicos. Desde 1997 ha sido multada cuatro veces por incitar al odio racial, la primera vez con 1.500 euros y la última con 5.000.
La fiscal Anne de Fontette aseguró al tribunal que estaba buscando una sentencia más dura de lo habitual y agregó que está "un poco cansada de procesar a la señora Bardot". Aun así, la estrella no asistió al juicio porque aseguró estar físicamente incapacitada para hacerlo. Se espera el veredicto en varias semanas.
Grupos anti racismo franceses se quejaron el año pasado por los comentarios que Bardot hizo sobre la fiesta musulmana de Eid al Adha en una carta al presidente, Nicolas Sarkozy, que fue luego publicada por su fundación.
Los musulmanes tradicionalmente conmemoran el Eid al Adha matando a una oveja u otro animal para recordar la voluntad de Abraham de sacrificar a su hijo ante las órdenes de Dios. Francia es hogar de 5 millones de musulmanes, la mayor comunidad musulmana de Europa, que conforma el 8 por ciento de la población francesa.
"Estoy harta de estar bajo la influencia de esta población que nos está destruyendo, destruyendo nuestro país e imponiendo sus actos", dijo la estrella. Bardot aseguró anteriormente que Francia está siendo invadida por musulmanes que matan ovejas y publicó un libro atacando a homosexuales, inmigrantes y desempleados, en el que también se lamentó por la "islamización de Francia".