MELILLA 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La frontera que separa Melilla de Marruecos sigue hoy en "alerta máxima" para repeler cualquier intento de entrada de inmigrantes irregulares después de que el lunes se produjera una avalancha de más de 150 subsaharianos armados con palos, piedras y objetos cortantes.
Según informaron hoy a Europa Press fuentes oficiales, el dispositivo policial está formada por los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil y la Unidad de Intervención Inmediata de la Policía (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía para hacer frente a cualquier tromba humana, después de que ayer se produjera el asalto más numeroso desde la crisis de las avalanchas de 2005.
La jornada del martes está transcurriendo de momento por los "cauces de la normalidad" dado que no se ha producido ningún incidente, ni el puesto fronterizo de Beni-Enzar ni los nueve kilómetros de perímetro fronterizo, después de que no haya producido ninguna avalancha a pesar de que existe una "bolsa numerosa" de inmigrantes en los alrededores de Melilla esperando una oportunidad para alcanzar suelo español.
Desde las inundaciones del pasado 26 de octubre, que destrozaron más de 30 metros de la valla y bloqueas las compuertas del arroyo Mezquita, se han producido siete avalanchas de irregulares de las que se tengan conocimiento oficial, de los cuales las cinco primeras fueron repelidas por las fuerzas españolas con la colaboración marroquí en tres de ellas, y las dos abortadas por la policía del vecino país, ambas el pasado fin de semana.
La más numerosa fue la de este lunes, en la que resultaron heridos siete guardias civiles y un policía nacional, además de dos agentes del orden marroquíes, mientras entre los inmigrantes se sabe de al menos doce subsaharianos heridos. La Delegación del Gobierno aseguró que ningún indocumentado alcanzó su propósito de pasar a suelo español.