PALMA DE MALLORCA 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los 35 niños y adolescentes saharauis que viven acogidos por familias mallorquinas interpretaron, como cada año en el Parlament, cantos y bailes típicos de su pueblo para felicitar el nuevo año al conjunto de la sociedad balear y agradecer así la oportunidad que supone para estos jóvenes el tener acceso a una formación académica lejos de los campos de refugiados de los que proceden.
Con este acto, ante la vicepresidenta de la Cámara autonómica, Aina Radó, y el secretario primero de la institución, Eduard Riudavets, los niños y niñas de entre 9 y 20 años quisieron participar de este modo de las costumbres de la isla. También estuvieron presentes la presidenta de la Associació Escola en Pau --organizadora de este proyecto de acogida--, Carme Barceló, y el representante del pueblo saharaui en Baleares, Oulad Moussa.
Radó excusó la ausencia de la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, y destacó la importancia de los años que estos jóvenes pasan en las islas y de la formación que reciben, tanto para ellos mismos como para el conjunto de su pueblo. "Vosotros sois el futuro del pueblo saharaui. Contaréis siempre con nuestra amistad y solidaridad", declaró.
Por su parte, la presidenta de la Associació Escola en Pau valoró el esfuerzo de integración cultural que hacen tanto los niños como las familias mallorquinas las costumbres que no les son propias. "Ellos celebran nuestra Navidad y nosotros algunas de sus fiestas. Este próximo sábado tendremos la fiesta de 'El leid' y comeremos cordero con ellos, como es tradición", explicó.
Por su parte, Moussa agradeció el apoyo "político, económico, material, social y en todos los sentidos" de la sociedad balear al pueblo saharaui y a su lucha para que se cumpla con la legalidad internacional y los saharauis dejen de vivir en territorios ocupados y campos de refugiados. "Confiamos en que se cumpla el sueño de independencia, libertad y democracia que tenemos desde hace más de 30 años", añadió.
El proyecto de acogida de Escola en Pau permite a los niños de unos 10 años en adelante poder estudiar en Mallorca hasta que terminen su formación. Con esta edad mínima, indicó Barceló, se pretende que los niños puedan cursas aquí los últimos dos años de Primaria para adquirir el dominio necesario del idioma que les permita enfrentarse a la Secundaria con garantías.
"Ya tenemos varios jóvenes en Bachiller y en módulos formativos. Dentro de unos años podremos presumir de haber contribuido a que obtengan un título universitario", señaló, recordando que uno de los requisitos es que los niños no pierdan sus vínculos familiares y culturales. "Cada verano vuelven dos meses con sus familias y, durante el curso, asisten cada sábado a clases de árabe y disfrutan de juegos organizados en el dialecto que ellos hablan, el hassani", concluyó.