JAÉN 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a ocho años y medio de prisión a un hombre de 60 años de edad por abusar sexualmente de su nieta, una menor que en el momento de los hechos no superaba los seis años.
Fuentes judiciales consultadas por Europa Press detallaron que la Audiencia constató que este hombre, Rafael V.B., sometió a su nieta en "diversas ocasiones" a tocamientos, de ahí que le hayan impuesto una pena de ocho años, seis meses y un día de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. Además, exige que indemnice a la pequeña en la cantidad de 20.000 euros.
Para ello, la Audiencia explica que no alberga "duda alguna" sobre la veracidad y fiabilidad del testimonio de la menor, que en la vista oral no dudó en afirmar que su abuelo la agredió sexualmente. De hecho, afirmó que ahora no quiere volver a esa casa porque su abuelo "está allí" y le da "miedo" quedarse sola con él.
Además y con respecto al argumento de la defensa de que la madre de la niña interpuso esta denuncia para impedir que la familia paterna la viera, la sala fundamenta que no solo "esa animadversión hacia el padre y su familia que se mantiene como eje de la estrategia defensiva no ha quedado acreditada, sino que al contrario queda plenamente desvirtuada" una vez que el propio padre reconoció en el juicio que no tiene problema alguno en ver a su hija cumpliendo el régimen de visitas establecido.
A ello añade que los informes de los peritos son "absolutamente coincidentes" hasta el extremo de que concluyen de forma "contundente" que el testimonio de la niña es "creíble, excluyendo y descartando cualquier posibilidad de fabulación o invención".
En la vista, celebrada el pasado 24 de septiembre, el condenado declaró que quiere mucho a su nieta y que "nunca jamás" la sometió a ninguna agresión. De hecho, subrayó que si su nuera le interpuso esta denuncia fue porque ella quiere "alejar" a la niña de su familia paterna. "Ella es mi única nieta y la quiero, no sería capaz de hacerle esas cosas", manifestó.
No obstante, la madre defendió que ella no busca "fastidiar" a la familia paterna de su hija, sino únicamente protegerla, de ahí que no le impida que vea a su padre, puesto que lo único que no permite es que la menor vuelva a reunirse con su abuelo. "Firmaría mi sentencia de muerte con tal de proteger a mi hija", recalcó.