SANTANDER, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Mª Ángeles Sánchez, fiscal de menores de Cantabria, destacó hoy que "para luchar contra la violencia y el acoso escolar, es fundamental sacarlo a la luz", y "mentalizar a los propios chavales de que, si están sufriendo cualquier tipo de amenazas, tienen que revelarlo a sus padres y profesores, y que esto llegue también al conocimiento de la dirección del centro educativo", dijo.
Sánchez intervino hoy en el curso sobre 'Mediación escolar' que esta semana ofrece la Universidad de Cantabria (UC) en su sede de Santander.
La fiscal, que destacó que "los creadores del conflicto se suelen refugiar en el miedo que tienen sus victimas a revelar su identidad", señaló que "la experiencia dice que, en general, cuando se sabe que existe una situación de este tipo, los propios autores, al ser identificados, van cesando su acoso, por eso es tan necesario denunciarlo", apuntó.
Como explicó la fiscal, este fenómeno de tanta actualidad "no corresponde a una sola causa, sino que lo conforman una serie de circunstancias que están contribuyendo a que la violencia en las aulas no sólo se incremente, sino que además se le dé una dimensión pública fuera de lo que es el ámbito escolar".
Para Sánchez, las causas que provocan esta violencia escolar "son las mismas que están generando un aumento de la violencia en la sociedad: muchas fuentes de información con contenidos agresivos, xenófobos, discriminatorios, y de rechazo a lo diferente en general, que están creando un ambiente hostil para los más débiles y para los que, por cualquier motivo, puedan ser sus víctimas potenciales".
Por ello, y en opinión de la fiscal, "no se puede echar culpa ni a padres ni a profesores". La fórmula para acabar con la situación, según Sánchez, pasa porque "todas las personas que puedan ejercer cualquier tipo de autoridad sobre los chavales, se reúnan, dialoguen y busquen soluciones".
En este sentido, Sánchez destacó la labor de los centros educativos, que "están trabajando mucho con alumnos y padres, para que, al más pequeño indicio de que los jóvenes puedan estar siendo objeto de coacciones, lo verbalicen y manifiesten. Sin eso, no hay solución", afirmó. Entre estos síntomas, la conferenciante citó cambios bruscos en el carácter, rechazo a ir a la escuela, o comportamientos extraños.
LEY Y MEDIACIÓN.
Por otra parte, la fiscal abordó el tema de los aspectos jurídicos de la mediación escolar. Así, resaltó que "no existen porcentajes exactos del número de casos de acoso en los centros cántabros", y señaló que, de todos modos, "estos conflictos no siempre acaban en denuncia, sino que quedan como un hecho intraescolar".
Asimismo, y desde el punto de vista educacional y reeducacional, Sánchez señaló la apertura de expedientes disciplinarios en las propias escuelas como "una de las medidas más eficaces para acabar con estas situaciones de hostilidad, porque donde se realiza esta conducta es en la escuela", subrayó.
En caso de que no se consiguiese esta finalidad, "la solución pasaría por judicializar el asunto, y aplicar la ley de responsabilidad penal del menor, que abarca un elenco de medidas muy amplio y eficaz para los chavales, desde tareas socioeducativas, libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la comunidad, programas de reeducación, y tratamiento psicológico entre otras", indicó.