Actualizado 31/01/2008 12:49

España es el cuarto país europeo con más niños obesos, según una doctora en Enfermería de la Universidad de Navarra

PAMPLONA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

España es el cuarto país europeo con mayor tasa de obesidad infantil, después de Italia, Malta y Grecia, según aseguró Olga López de Dicastillo, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Navarra. "Muchos padres no ven el sobrepeso y la obesidad infantil como una amenaza para la salud de sus hijos. Tienen una concepción integral del bienestar en la que, por encima del peso, cobran más importancia los factores sociales y emocionales -que el niño tenga amigos, no se sienta excluido y crezca sin complejos-", señaló.

Por ese motivo, la profesora sostuvo que "tendrán más éxito las campañas y mensajes que resalten las repercusiones emocionales de una buena alimentación y actividad para la salud infantil". Ésta es una de las conclusiones de su tesis doctoral, defendida en la Universidad de Manchester. Para realizar el trabajo, ha llevado a cabo un seguimiento a 35 familias del colegio público Hilarión Eslava de Burlada (Navarra), con un total de 32 madres, 15 padres y 38 niños de 5 a 7 años.

Con respecto a la actividad física, los progenitores no expresan el mismo nivel de preocupación, según la investigadora de la Universidad de Navarra: "Algunos incluso parecían desear que sus hijos fuesen menos dinámicos y promovían la realización de tareas sedentarias, como ver la televisión o realizar manualidades".

En contraposición, añadió que "los niños perciben la elección de los alimentos como una responsabilidad de los adultos". "No son conscientes de la influencia indirecta que ejercen sobre ellos al rechazar algunos", indicó, No obstante, apuntó que su actitud es más positiva hacia el ejercicio, "con tendencia a lograr metas, probarse a sí mismos y mejorar sus habilidades".

El estudio de la enfermera Olga López de Dicastillo apuesta por diseñar intervenciones para la prevención de la obesidad infantil. Concretamente, propuso "trabajar con los padres el acento que ponen en la alimentación y la poca importancia que dan a la actividad física". Mientras, con los niños, "sería necesario potenciar la aceptación de alimentos nuevos y aprovechar la actitud positiva que tienen hacia el ejercicio para evitar el sedentarismo", puntualizó.