Generalitat admite la dificultad para conseguir que menores inmigrantes desamparados vuelvan voluntariamente a su país

BARCELONA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La consellera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila, reconoció hoy que "está costando bastante" conseguir que menores inmigrantes desamparados que han emigrado a Catalunya de manera irregular vuelvan voluntariamente a su país de origen a través del programa Catalunya-Magreb.

De hecho, sólo siete jóvenes han vuelto a sus países desde su puesta en marcha en 2007, y la secretaria de Infancia y Adolescencia, Imma Pérez, reconoció hoy en rueda de prensa que son unos 150 los jóvenes que se pueden acoger a esta herramienta.

Capdevila matizó que el programa tiene dos ámbitos de actuación, el primero de los cuales es formar a jóvenes menores que se encontraban en el puerto de Tánger dispuestos a iniciar un proceso irregular de inmigración, y "disuadirlos" e introducirlos en un centro de formación laboral que la conselleria posee allí.

La consellera calificó de "éxito" esta parte del programa, que en enero de 2009 promocionará a entre 55 y 60 jóvenes de más de 16 años que ya han recibido la formación necesaria. El programa incluye el "compromiso" de empresas catalanas --mayoritariamente del sector de la hostelería-- instaladas en el norte de Marruecos que ofrecerán trabajo a estos jóvenes.

OPOSICIÓN DE LAS FAMILIAS

Por contra, la segunda vía del programa es conseguir el retorno voluntario de los menores, aspecto donde la Generalitat está encontrando la "reticencia" de los familiares que no ven con buenos ojos que los jóvenes vuelvan con ellos a su país de origen.

Capdevila explicó que se trata de menores de 16 años que vienen a Cataluña de manera irregular y con la idea de trabajar, cosa que no está permitida en la comunidad catalana a esa edad. Añadió que ante estos problemas la Generalitat "está reestructurando" el programa, y que el objetivo es poner el acento de su trabajo en las familias para hacerles entender la necesidad del retorno.

Si lo desean estos jóvenes pueden acudir al centro de formación en Tánger e iniciar así el proceso de inmigración regular. Actualmente, en Cataluña hay 748 menores extranjeros atendidos por la Generalitat, de los cuales 466 son marroquíes.