Actualizado 08/05/2008 13:55

La madre de una niña que tuvo un bebé tras ser violada reclama "justicia" para el acusado, que el lunes será juzgado

Piden 25 años de cárcel, mientras la familia de la menor se suma a la campaña para demandar cadena perpetua para los agresores de menores


OURENSE, 8 May. (EUROPA PRESS) -

La madre de una niña de 10 años de edad que tuvo un bebé tras ser violada en el año 2006 en la ciudad de Ourense reclama "que se haga justicia" con el principal acusado, Andrés Julián L.H., que a partir del próximo lunes será juzgado en la Audiencia Provincial de Ourense acusado de dos delitos de agresión sexual.

En una entrevista con Europa Press Televisión, Laura R.M. confesó que tiene "los nervios destrozados" y se mostró confiada en que una vez que concluya el juicio, su familia pueda "vivir con tranquilidad y paz".

El principal imputado, de nacionalidad colombiana y que era pareja de la canguro que cuidada a la menor agredida, se enfrenta a una acusación de dos delitos de agresión sexual, uno de ellos en grado de tentativa. La Fiscalía y la acusación particular piden un total de 25 años de cárcel, más una indemnización de 400.000 euros para la pequeña, que tuvo una hija como resultado de la agresión sexual.

A ello, la acusación particular también añade la petición de una pensión alimenticia para la pequeña de 250 euros al mes. Al tratarse de un caso en el que la víctima es una menor de edad, se ha solicitado que el juicio se desarrolle a puerta cerrada.

La madre de la víctima también reclama que se castigue a la pareja del supuesto agresor, que también se sentará en el banquillo porque era quien tenía que haber estado cuidando a su hija. "Yo sé que ella sabía de la violación de mi hija, porque en una ocasión ella le sacó el cuchillo a él. Ese día ella se enteró de que él había violado a mi hija, pero lo cubrió para no ir ella también a la cárcel", relató Laura R.M.

Esta madre confesó sentir "miedo" por las "amenazas" que desde entonces dice estar recibiendo de la que fuera la canguro de su hija.

"Ella vive ahora con el que era el mejor amigo de él --el principal acusado-- y que también se va a sentar en el banquillo porque según el acusado, él también lo sabía. A cada quien le llega su marrón", afirmó.

CARAVANA MARI LUZ.

La madre de la víctima se ha sumado a la caravana de recogida de firmas impulsada por la familia de la pequeña Mari Luz, que fue asesinada en Huelva, y se ha puesto en contacto con ellos para apoyarse "mutuamente", de forma que Laura R.M. ya ha recogido cientos de firmas en Ourense a favor de que se impongan penas de cadena perpetua para los agresores de menores.

"Los niños no tienen culpa de nada. La gente que hace esto son animales. Esto no puede seguir así; más que cadena perpetua, debían castrarlos, porque en la cárcel viven bien", aseguró dolida Laura R.M., para quien sus objetivos se centran en que "se haga justicia" con los tres imputados en relación a la violación de su hija y que tras el juicio su familia tenga "mucha tranquilidad y paz".

SITUACIÓN DE LA MENOR.

Preguntada por la situación de su hija, que en la actualidad tiene 13 años de edad, Laura R.M. reconoce que "hay gente que no lo puede entender y dicen si no se pudo hacer otra cosa" que no fuese que la pequeña tuviese una criatura. "Hay que estar en el pellejo de las personas a las que les pasan las cosas para poder opinar", advirtió.

"Peligraba la vida de la niña y ya no se podía hacer nada, si se le hacía algo peligraba su vida", respondió a la pregunta de por qué dejó que su hija llevase a cabo el embarazo. Además, explicó que la relación de la pequeña con la niña a la que dio a luz "es de hermana". "Nunca dice que es hija suya; para ella siempre será su hermana", relató.

Sobre lo sucedido, Laura afirmó que a su hija "no le gusta que le pregunten del tema", y cada vez que su madre le pregunta "dice mamá no me preguntes nada de eso, no quiero recordar". "Sé que ella sufre porque que lo cojan a uno y lo violen eso es peor que que se le mueran el padre y la madre, eso es peor; lo peor que le puede pasar a alguien es una violación", explicó.

En el año 2006, la pequeña se quejó a su madre de unos dolores en el estómago, por lo que fue trasladada a urgencias, donde el médico le informó de que su hija estaba embarazada de tres meses. En su momento, Laura explicó que su hija le dijo que no le había dicho nada porque el presunto violador la había amenazado con matar a su madre.

A la pequeña aún no le ha dicho que la próxima semana tendrá que declarar en el juicio contra su agresor. "Aún no le he dicho nada porque a mí se me parte el alma, no le he dicho nada", confesó.