LONDRES 29 Feb. (EUROPA PRESS) -
Dos personas más han denunciado haber sido víctimas de maltrato en el orfanato de la isla de Jersey en el que el pasado sábado se encontraron restos de un niño, tras lo cual 160 británicos han hablado de torturas durante su estancia.
En una rueda de prensa junto al edificio que albergó el orfanato de Haut de la Garenne, el subjefe de Policía Lenny Harper informó que ya ha habido denuncias de "graves crímenes sexuales" cometidos en el orfanato, que cerró sus puertas en los ochenta, informa la BBC.
Harper señaló que los investigadores todavía no tienen la lista "definitiva" de los menores que desaparecieron durante su estancia. "Lo que tenemos por ahora son declaraciones anecdóticas como 'estábamos con tal persona o con tal otra' y quizá un nombre, o 'hacían una fila y había gritos por la noche y no aparecían al día siguiente y alguien dijo que habían huido a Reino Unido", explicó.
"Estamos estudiando todas las clases de pruebas que tenemos, incluidos los restos humanos", añadió Harper, quien ayer indicó que las pruebas halladas "podrían corroborar algunas de las acusaciones por delitos cometidos" en el orfanato.
Los equipos de búsqueda han estado cavando en el jardín que rodea el edificio, pero no han encontrado más restos humanos. Sin embargo, uno de los perros que ha llevado la Policía reaccionó ayer con violencia al entrar en una de las habitaciones, como cuando fueron hallados los primeros restos.
La Policía ya ha advertido de que llevará al menos una semana inspeccionar completamente la primera habitación del sótano para poder empezar a analizar las siguientes. Uno de los antiguos miembros del personal del orfanato acompañará a las autoridades cuando se ocupen de la tercera habitación, la cual, según el ex empleado, era utilizada como despensa y que no formaba parte de la estructura principal.
Las autoridades ya están investigando a 40 personas, entre ellos antiguos empleados del orfanato y policías, ya que las misteriosas desapariciones de los niños eran, según el diario 'The Mirror', ignoradas por algunos oficiales de la época.
Tony y Morag Jordan son un matrimonio escocés que trabajó en el orfanato entre 1971 y 1984. En un comunicado emitido a través de sus abogados, ambos han insistido en que no tienen "nada que esconder" y que colaborarán con la Policía en sus investigaciones.