MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El departamento de Comercio de Estados Unidos propuso este lunes limitar la velocidad a los barcos que naveguen en las áreas del océano Atlántico por las que discurren las rutas migratorias de las ballenas en vías de extinción hasta los diez nudos, en un área circundante de 20 millas náuticas, a lo largo de la costa de este país, según informa hoy el diario estadounidense 'The New York Times', del que se hace eco Europa Press.
A la decisión se llegó después de meses de discusiones entre la Casa Blanca y científicos de pesca, que consideran que con la actual recomendación se reduce el ámbito geográfico de protección de lo que se proponía hace dos años, pues deja los límites de velocidad originales intactos.
La liberación de las recomendaciones para las restricciones estacionarias en la velocidad de las embarcaciones comerciales entrantes y salientes en los puertos de Nueva York hasta Savanah aclaran el camino para un posible final en la adopción de este mandato.
De media, aproximadamente una de cada dos ballenas murieron al año por colisiones con barcos de altura desde 1997 a 2001. Este mamífero da a luz a sus crías en la costa de Florida durante el invierno y después emigra hacia el norte, a través de áreas de pesca con mucho tráfico, para acudir a alimentarse en zonas de la costa de Nueva Inglaterra.
La decisión fue recibida con entusiasmo por los grupos ecologistas que, sin embargo, consideran que esta medida no es suficiente para proteger a las ballenas. De acuerdo a estimaciones de los científicos, al menos 300 ejemplares han perdido la vida.
"Otra vez estamos poniendo a la ciencia de lado", dijo Francesca Grifo, directora científica de la Unión de Científicos Comprometidos, que añadió que la administración del presidente George W. Bush "se rinde ante las presiones de algunos". Así, dijo que "ciertamente, hay factores corporativos aquí que preferirían ver una norma menos restrictiva".
Por otra parte, en un documento oficial interno obtenido por el citado grupo ambiental, los científicos del National Oceanic and Atmospheric Administration señalaron que el número de crías de ballena nacidas anualmente se mantuvieron justo en los niveles necesarios para mantener una población estable.
El Consejo de Pesca Internacional, que representa a los armadores comerciales, también consideró acertado el límite de velocidad finalmente establecido, pero el área que incluye la recomendación, sigue estando en consonancia con sus demandas. En los 2006 comentarios sobre la proposición de ley, el grupo empresarial argumentó contra el tope de 30 millas náuticas de velocidad, asegurando que el límite era "injustificado".
