COLOMBO, 2 Jun. (Reuters/EP) -
El número de personas fallecidas en Sri Lanka por las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales caídas en todo el país ha aumentado a al menos 16 personas y han obligado a desplazarse a miles de personas de sus hogares, con algunos de ellos refugiados en escuelas y templos, según dijo hoy el Centro Nacional para la Gestión de los Desastres.
"La cifra de muertos a aumentado a 16, entre los que se incluyen cuatro miembros de la misma familia (uno de ellos de 18 meses) y una niña de 11 años muerta por un corrimiento de tierras", declaró el coordinador del Centro Nacional para la Gestión de los Desastres, Keerthi Ekanayake, quien añadió que más de 150.000 personas se han visto afectadas por las lluvias torrenciales.
Ekanayake también afirmó que se han levantado 25 campos para los desplazados internos, y manifestó que la mayoría de los desplazados están viviendo con amigos y parientes. El Centro Meteorológico pronostica que las lluvias continuarán durante los próximos días debido al comienzo del monzón del suroeste.
Las fuertes lluvias torrenciales afectaron a los distritos de Colombo, Gampaha y Kaluthara, en el oeste del país, a Galle y Mathara, en el sur, y en el distrito minero de Rathnapura.
En marzo, más de 7.000 personas se vieron obligadas a desplazarse de sus hogares en el este de Sri Lanka, incluyendo familias que vivían en campamentos que se habían visto forzados a trasladarse allí por la reanudación de los conflictos entre el Gobierno y los rebeldes tamiles.
En enero, otras 30.000 personas se desplazaron a causa de las lluvias torrenciales provocadas por el monzón del noreste, mientras que el pasado mes de diciembre otras 175.000 personas tuvieron que refugiarse en distintos edificios, como centros de asistencia social y templos en el este y en el centro del país debido a las tormentas.
Las infraestructuras de Sri Lanka, cuya población es de 20 millones de habitantes, se encuentran debilitadas a causa del conflicto armado que mantiene el Estado con los rebeldes tamiles desde 1983 y que ha acabado con la vida de más de 70.000 personas.
Las inundaciones y las sequías se producen de forma cíclica en el país. El monzón del suroeste sacude la isla entre mayo y septiembre, mientras que el monzón del noreste recorre la isla entre diciembre y febrero.
