LONDRES, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) advirtió este miércoles de que en Osetia del Sur y la zona de seguridad persisten actos de violencia, como tiroteos, saqueos y ataques por motivos étnicos, y alertó de que tanto la violencia como la persistencia de artefactos explosivos no detonados del conflicto de los pasados 7 al 13 de agosto entre Georgia y Rusia están "minando el derecho de decenas de miles de personas a regresar a sus hogares".
"Los tiroteos, los saqueos y los ataques por motivo étnico en Osetia del Sur y la zona de seguridad adyacente controlada por Rusia están socavando el bienestar de los residentes que aún quedan en la zona y el derecho a regresar de las personas de etnia georgiana que huyeron de sus casas", manifestó la directora del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, Nicola Duckworth, coincidiendo con la llegada de la misión de observadores de la Unión Europea a la zona de seguridad.
"Las autoridades rusas y georgianas, y también el gobierno 'de facto' de Osetia del Sur, deben hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad y prestar ayuda a todas las personas, sin discriminación", prosiguió. "Quienes se vieron obligados a huir de sus casas deben poder regresar sin peligro, y quienes no puedan o no quieran hacerlo deben ser reasentados", declaró Nicola Duckworth.
Según Amnistía, los artefactos no detonados "deben ser retirados con carácter de urgencia", por lo que la organización instó a todas las partes del conflicto a que desvelen toda la información sobre la munición utilizada.
Asimismo, las misiones internacionales de observación, actualmente excluidas de Osetia del Sur, "deben cubrir todas las zonas afectadas por el conflicto, deben incluir en sus mandatos la observación de los Derechos Humanos y deben informar públicamente de sus averiguaciones", prosiguió.
VIOLACIONES DE DDHH
Según Amnistía, centenares de civiles murieron y muchos más resultaron heridos durante el conflicto y después de él. Los bienes civiles, principalmente los pertenecientes a personas de etnia georgiana, fueron saqueados y destruidos.
La información reunida por Amnistía Internacional en las visitas de investigación realizadas a la región en agosto de 2008, así como la procedente de otras fuentes, indica que "todos los bandos" pudieron haber cometido violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos durante el conflicto e inmediatamente después de él.
"Los responsables de violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos deben comparecer ante la justicia", declaró Duckworth. "El Derecho Internacional lo establece así, y la paz y estabilidad a largo plazo en la región dependen de ello", añadió.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unas 163.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares: 127.000 se desplazaron dentro de la propia Georgia y 36.000 huyeron a la Federación Rusa. Desde que cesaron las hostilidades, según los informes, la gran mayoría de los habitantes de Osetia del Sur que huyeron a la Federación Rusa han podido regresar.
De las 127.000 personas que se calcula que se desplazaron dentro de Georgia, solamente unas 68.000 han podido regresar a sus casas, y se espera que otras 5.000 puedan hacerlo a finales de este año. También se espera que otras 23.000 puedan regresar en 2009. Sin embargo, el ACNUR ha advertido de que 31.000 personas no podrán regresar en un futuro próximo. De ellas, unas 22.000 se desplazaron de Osetia del Sur, 8.000 de partes inaccesibles de la "zona de control" y 1.000 de Abjasia.