Actualizado 06/06/2008 14:56

La campaña 'Derecho a la alimentación' denuncia que lo acordado en Roma son "parches y no soluciones"

Piden a Zapatero que mantenga su compromiso con los hambrientos en las conversaciones en la OMC


MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

La campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' denunció este viernes que las "soluciones milagrosas" propuestas durante la Conferencia de Alto Nivel sobre la Crisis Alimentaria Mundial celebrada en Roma "ya estaban comprometidas desde la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 sin que se haya hecho nada para cumplirlas" por lo que se trata de "parches en lugar de verdaderas soluciones".

Las ONG que integran la campaña, Prosalus, Ingeniería Sin Fronteras, Caritas y Veterinarios Sin Fronteras, lamentaron hoy en un comunicado que "854 millones de hambrientos se quedarán esperando, una vez más, que los mandatarios de la comunidad internacional y los organismos multilaterales se comprometan, de manera real y efectiva, a acabar con el hambre en el mundo".

A su juicio, la conferencia organizada por la Organización de para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para encontrar respuestas a la cuestión del hambre "ha fracasado y ha puesto en evidencia que solucionar el hambre es una cuestión de voluntad política". El principal motivo, según la campaña, "más allá de que los compromisos de desembolso de fondos hayan resultado inferiores a lo demandado desde la agencia internacional, es el hecho de que se ha desviado lo que debería haber sido el verdadero foco del debate".

Según estas organizaciones, "la FAO debería haber entonado un mea culpa por haber permitido que la situación haya llegado al punto actual" puesto que fue creada "con el mandato específico de garantizar la seguridad alimentaria del mundo".

Además, prosiguen, "sobre la mesa estaba una crisis alimentaria debida tanto a la subida insoportable de los precios de los alimentos como al incumplimiento reiterado de los compromisos adoptados en el pasado, como el Plan de Acción de la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 o la aplicación de las Directrices Voluntarias para la realización del Derecho a la Alimentación de 2004".

Así pues, denuncian, las "soluciones milagrosas" que se han planteado "ya están recogidas en estos compromisos y, sin embargo, no se ha hablado de por qué no se han cumplido" sino que las discusiones se han centrado en el aumento de las dotaciones económicas dirigidas a los países en vías de desarrollo o en solicitar nuevas "revoluciones verdes" para África y América Latina.

En cuanto a las aportaciones económicas anunciadas --500 millones de euros hasta 2012 en el caso de España y 17 millones de dólares por parte de la FAO para actividades de emergencia--, la campaña afirma que "siempre es positiva la mayor dotación económica a la lucha contra el hambre, pero el hambre es un problema estructural y, por tanto, requiere soluciones estructurales, no parches".

En este sentido, subrayan que "a España, como al resto de estados europeos, hay que exigirle coherencia de políticas, una revisión de sus políticas comerciales en materia agraria y que los fondos económicos se destinen a políticas de seguridad alimentaria desde el enfoque de derecho a la alimentación".

Por ello, aunque dicen tener constancia del "compromiso personal" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en esta materia, le exigen "resultados concretos" y que mantenga su compromiso con los hambrientos también en las próximas conversaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

SOLUCIONES

Para la campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' solucionar el problema del hambre requiere por una parte el cumplimiento de los compromisos ya existentes en esta materia y por otra una vuelta a un modelo agrícola sostenible económica, política, social y medioambientalmente, en el que los pequeños productores vean garantizada su soberanía alimentaria, su acceso tanto a los recursos para producir como a los alimentos que generan.

Además, considera que el incremento de la producción agraria que se ha solicitado debe realizarse desde una agricultura que facilite el acceso y control de los recursos productivos a los pequeños productores a través de políticas públicas que tengan como finalidad la realización del derecho a la alimentación.

Por otra parte, en lo que respecta a los biocombustibles, las ONG afirman que "pese a que inciden en la complejidad de la crisis, no son la única causa ni la más determinante".

No obstante, tras subrayar que "el principal problema deriva de la clara competencia entre cultivos de alimentos o de productos de base para agrocombustibles por recursos como el agua o la tierra", abogan por "una moratoria sobre la expansión de los agrocombustibles en tanto no se hayan analizado a fondo sus efectos negativos sociales, ambientales y para los Derechos Humanos y se establezcan las medidas reguladoras pertinentes para amortiguar esos efectos".