Actualizado 26/04/2011 19:16

Ceilán rechaza el informe sobre la guerra civil encargado por Ban Ki Moon


COLOMBO, 26 Abr. (Reuters/EP) -

Las autoridades de Sri Lanka han rechazado este martes el informe sobre la última fase de la guerra civil encargado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y elaborado por una comisión de tres miembros, en el que se acusa al Ejército ceilandés de matar a decenas de miles de civiles.

Este equipo, cuya misión era asesorar a Ban sobre "cuestiones de rendición de cuentas" en relación con el conflicto entre el Gobierno ceilandés y el grupo rebelde Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), que duró 25 años, ha dicho que hay "pruebas creíbles" de que ambas partes cometieron crímenes de guerra.

Ban ha indicado que no puede ordenar que se lleve a cabo una investigación internacional si no tiene el consentimiento del país o los Estados miembros de Naciones Unidas no toman una decisión para impulsarla. Colombo ya ha advertido de que lo consideraría una violación de su soberanía.

Dado que Sri Lanka no ha firmado el Estatuto de Roma, que creó el Tribunal Penal Internacional (TPI), el Consejo de Seguridad de la ONU tendría que realizar una votación para que el TPI investigase los supuestos crímenes de guerra. Pero Rusia y China --que tienen poder de veto-- e India se oponen a que el Consejo se implique en Sri Lanka, según diplomáticos consultados por la agencia Reuters.

El director general del Centro de Prensa para la Seguridad Nacional, Lakshman Hulugalle, ha afirmado que las autoridades ceilandesas con ven el informe como "un informe oficial de la ONU", sino como "un informe personal".

"Lo rechazamos totalmente. Si el Consejo de Seguridad de la ONU o cualquier organismo de Naciones Unidas se los piden, el Gobierno tiene pruebas y material suficientes que ofrecer", ha añadido.

Desde la semana pasada, cuando comenzaron a filtrarse a la prensa ceilandesa algunas partes del informe --publicado este lunes--, el Ejecutivo ha dicho varias veces que es fraudulento y parcial. También ha acusado a Naciones Unidas de intentar adelantarse a las conclusiones de la Comisión de Lecciones Aprendidas y Reconciliación, creada en Sri Lanka.

En la última fase de la guerra civil, varios gobiernos occidentales pidieron en vano que se declarase un alto el fuego para proteger a los civiles, pero el Gobierno se negó argumentando que el LTTE ya había provocado situaciones de crisis similares entre la población en otras ocasiones para que la comunidad internacional reclamase una tregua y luego aprovecharla para rearmarse.

Las autoridades han negado en repetidas ocasiones que el Ejército atacase a civiles, aunque han admitido que algunos murieron mientras los soldados avanzaban en una zona de la costa nororiental de la isla.

El presidente ha instado a sus simpatizantes a que se manifiesten el próximo 1 de mayo en contra del informe y sus conclusiones, que, según el Gobierno, se basan en acusaciones parciales realizadas por grupos defensores de los Derechos Humanos y miembros de la diáspora tamil partidarios del LTTE.