MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 448.000 rumanos están trabajando en España, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), pero sólo 255.634 están dados de alta en la Seguridad Social, lo que significa que alrededor de 200.000 desarrollan su trabajo en España de manera irregular, según los autores del 'Estudio socioeconómico sobre la Inmigración Rumana en España' presentado hoy en Madrid.
Rumanía entró a formar parte de la Unión Europea el 1 de enero de 2007, no obstante, el Tratado de Adhesión contemplaba la posibilidad de que los Estados miembros establecieran plazos de adaptación del mercado laboral, un derecho que en España cristalizó en la moratoria de dos años fijada hasta el 1 de enero de 2009. Durante este año, los rumanos se han convertido en el grupo de inmigrantes más numerosos de España y ya suponen el 17 por ciento del total de extranjeros, con 702.000 personas.
Para el profesor de la Universidad de Barcelona especializado en movimientos migratorios, Miguel Pajares, "la moratoria no limita la llegada de rumanos a España, lo que limita es que trabajen de forma legal". En este sentido, el estudio destaca que, además de los trabajadores rumanos que forman parte de la economía sumergida, existe otro grupo que están dados de alta como autónomos, sin serlo, debido a que la moratoria sólo limita la llegada de asalariados.
Así, el estudio señala que, en el 2007, los rumanos tenían una proporción más baja que el conjunto de extranjeros en afiliación a autónomos, pero en 2008 se "dio un gran salto adelante", hasta el 18,2 por ciento, lo que "no significa que los rumanos hayan montando gran número de negocios propios", sino que algunos rumanos están regularizando su situación laboral dándose de alta como trabajadores por cuenta propia aunque continúen trabajando para las empresas para las que antes lo hacían de forma irregular.
Además, durante el primer semestre de 2008, el desempleo aumentó en casi medio millón de nuevos parados, repartido entre españoles y extranjeros, con 99.100 rumanos desocupados. "Los rumanos y los marroquíes son los colectivos más afectados por el desempleo, debido a que son también los dos colectivos más concentrados en la construcción", afirmó Pajares.
"Con la previsión de terminar el año con un total muy próximo a los tres millones de desocupación, de los cuales casi un millón podrían ser extranjeros, y unos 130.000 rumanos", pronostican los autores del informe, que indican que esta situación podría propiciar el retorno a su país, "con efectos adversos para la economía española, que necesita de este tipo de trabajadores".
En cualquier caso, el director del estudio, el profesor de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, Ramón Tamames, "el retorno todavía no se advierte como un fenómeno masivo", ya que la tasa de ocupación se mantiene alta y en el primer semestre de 2008 hubo casi 20.000 nuevos ocupados .
El estudio estima que, en términos estrictamente salariales, el colectivo rumano contribuye a la economía española en unos 8.000 millones de euros, lo que representa el 0,71 por ciento del PIB español, a lo que habría que añadir su contribución "en otros planos de la realidad".
INTEGRACIÓN EN LA SOCIEDAD
En el plano social, el informe destaca que "la inmigración rumana es joven": la mitad (47,8 por ciento) se sitúa entre 25 y 39 años; y el porcentaje de mayores de 55 años es "muy reducido", y mientras que los hombres mayoritariamente accedían al sector de la construcción, las mujeres estaban en el sector doméstico o en la agricultura.
Asimismo, los trabajadores rumanos se sitúan en su mayor proporción en las categorías laborales inferiores, con un 34,4 por ciento de peones, porcentaje no sólo superior al de los trabajadores españoles (13,4 por ciento), sino también más alto que el del conjunto de los trabajadores extranjeros (30,4 por ciento), pese a que su nivel de formación "es superior al de otros inmigrantes", como señaló Pajares.
En cuanto a matrimonios mixtos, los rumanos son la colectividad extranjera inmigrante que más casamientos celebra. Así, en 2005, los enlaces hispano-rumanos representaron el 7,5 por ciento de todos los matrimonios celebrados con inmigrantes trabajadores; y el 0,67 por ciento de todas las uniones habidas en España; totalizando 1.394 casamientos mixtos.