Actualizado 03/09/2008 14:35

Condenado un vecino de Vizcaya a pagar una multa de 360 euros por tener atados a sus perros 9 meses en el balcón


BILBAO, 3 Sep. (EUROPA PRESS TELEVISIÓN) -

Un vecino de la localidad vizcaína de Leioa (Vizcaya) ha sido condenado a pagar 360 euros de multa por maltratar a sus perros, a los que tuvo atados en el balcón de su casa durante 9 meses en un carrito de compra, rodeados de sus propios excrementos. El titular del juzgado de Getxo que dictó hoy sentencia considera que "esta situación de abandono", en la que soportaron indistintamente fuertes temperaturas de calor y frío, "hacía peligrar sus vidas".

La Asociación Provida Animal interpuso la correspondiente denuncia en la comisaría de la Ertzaintza el pasado 21 de noviembre de 2007. Según consta, unos vecinos se quejaron del fuerte hedor proveniente del balcón en el que estaban amarrados los perros y la plaga de pulgas que se había extendido por el bloque y los colindantes.

La sala considera probado la existencia de "falta de limpieza y cuidados", por lo que el propietario de los animales ha sido condenado a 30 días de multa, a razón de 12 euros por día. De no abonar este dinero, se procederá a realizar un arresto de "un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas, que podrá cumplirse mediante localización permanente".

En declaraciones a Europa Press Televisión, la presidenta de la Protectora de Animales denunciante, Toñi Esteban, explicó que los perros estaban así desde que nacieron. "Llevaban atados, desde cachorros, a un carro, con una correa cortísima, expuestos a las inclemencias del tiempo, les daba el sol, la lluvia. Casi nunca tenían comida, apenas agua, tenían llagas por estar encima de sus propias heces, ya que al no salir a la calle tenían que orinar y hacer sus necesidades en este pequeño espacio", subrayó.

Toñi dijo que no puede entender cómo una persona puede realizar un acto de maltrato reiterado durante tanto tiempo, aunque recordó que detrás de este tipo de hechos "casi siempre hay detrás un móvil económico". "Pensamos que quizás una de las razones haya sido intentar cruzarlos para luego vender sus crías y lucrarse económicamente", enfatizó.