MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La organización Ecologistas en Acción reclamó este viernes al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) una investigación para determinar "las verdaderas causas" sobre la rotura del sellado de la central nuclear de Ascó II (Tarragona) ante lo que consideran unas explicaciones "insatisfactorias" y que esclarezca si esa rotura tiene que ver con que la citada instalación nuclear esté "asentada sobre un terreno de arcillas móviles" con movimientos de tipo diferencial.
El organismo regulador de las instalaciones nucleares españolas detectó el 6 de noviembre una rotura en la contención de la central nuclear de Ascó II. Sobre este hecho, Ecologistas en Acción estima "absolutamente peregrina" la argumentación ofrecida por el CSN, que señaló que un operario había roto la contención para realizar introducir unas conducciones de cables y que posteriormente olvidó sellarla.
El portavoz de Ecologistas en Acción Francisco Castejón explicó en declaraciones a Europa Press que esa explicación de la central es "inverosímil" y que por este motivo han escrito una carta que enviaron "hace dos días por correo certificado" al CSN para que inicie las pesquisas pertinentes. "Queremos saber si este hecho tiene que ver con el movimiento de la marga (tipo de arcilla) incluso si la fuga radiactiva (de 2007) tiene que ver con esto", añadió.
Castejón reconoció que esa rotura "no ha producido ningún escape porque ha sido una ruptura en la contención y no tendría por qué, ya que la central estaba parada, pero si ésta se produjera, cosa que en Ascó no es tan raro, las consecuencias serían graves y se podría producir un escape".
En ese sentido, la asociación ecologista afirma que si ciertamente esa fue la causa, "la seguridad de las dos unidades de Ascó y del parque nuclear español está en unas manos absolutamente temerarias e irresponsables".
Ecologistas en Acción insiste en que es por ese motivo que desconfían de las razones alegadas por el CSN y vaticinan que "más bien" podría ser que el boquete se produjera o agrandara por "la especial composición del terreno donde se asientas las dos unidades de Ascó", una zona arcillosa que cambia de tamaño con la humedad.
Estas condiciones del terreno requieren un estudio anual del movimiento sufrido por el suelo en el que se asienta la central y la asociación afirma que esas oscilaciones han llegado a ser de hasta 10 centímetros y que los movimientos no son homogéneos, lo que ocasiona que la contención de la central "sufra tensiones".
"Es un hecho que éste no es ni mucho menos el sitio apropiado para este tipo de peligrosas instalaciones, a pesar de lo cual se pusieron en marcha", denuncia.