MADRID 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de la Estación Biológica de Doñana, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha censado un total de 6.000 nuevos nidos al año de tortugas laúd, una especie en peligro de extinción, en enclaves prácticamente desconocidos de playas atlánticas del norte de Colombia y el sur de Panamá.
La exploración de estas reservas empezó hace tres años, con la colaboración de la Fundación BBVA, y tiene previsto acabar en 2009, según explicó hoy en rueda de prensa el investigador principal del proyecto, Adolfo Marco, durante la presentación de los resultados del estudio en Madrid.
Marco se mostró esperanzado por las repercusiones que los avances obtenidos puedan tener en la conservación de esta especie que ha sido declarada "en peligro crítico de extinción" por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN). De momento, tras los dos primeros años de investigación, el Caribe centroamericano se posiciona como la cuarta zona de anidación para la tortuga laúd, después de las Guayanas, Gabón y la Isla de Trinidad
Las tortugas laúd, que pueden alcanzar los dos metros de longitud y 800 kilogramos de peso, se reproducen en las costas del Caribe antes de partir a una larga migración transoceánica (la más duradera que se conoce en un vertebrado marino), a una media de 10 metros por segundo, que las acerca hasta el Mediterráneo, el litoral cantábrico o gallego, e incluso, hasta las aguas casi heladas de las zonas polares. Sin embargo, regresan a poner sus huevos al mismo lugar en el que nacieron.
Según Marco, en el estudio se han explorado unos 100 kilómetros de playa, a su juicio, bastante "complicados", por la existencia de narcotraficantes y paramilitares en la zona. "La comunidad científica no nos habíamos enterado de que allí había nidos de tortuga laúd", afirmó el investigador, que destacó el "increíble grado de protección" que los indios kuna ofrecieron a las anidaciones. Para esta población son animales sagrados, que en caso de ser dañados, pueden poner en riesgo a los pescadores de la comunidad.
De entre las siete playas estudiadas sobresale el arenal de Armila, en el sur de Panamá, que, en sus 4,5 kilómetros de longitud, concentra una densidad de anidación de 900 nidos por kilómetro lineal y un éxito en la eclosión de los huevos del 70%. Algo por encima de la media para Marco, que señaló una densidad común de 100 nidos y una procreación "en torno al 20, 30 por ciento". Asimismo, la playa panameña tiene el mayor censo de nidos anuales, con valores entre los 3.600 y 4.040 refugios de tortuga laúd.
A MÁS HUMEDAD, MÁS MORTALIDAD DE NIDOS
El expolio, la depredación por perros, la contaminación, los hongos patógenos humanos y la basura orgánica en los arenales y la actividad pesquera son las principales problemas a los que tiene que hacer frente esta especie. No obstante, el experto del CSIC añade uno más: el cambio climático.
Así, el aumento del nivel de mar aumenta la humedad de la arena, que en palabras de Marco, tiene un papel "muy importante" en la anidación, pues las tortugas excavan hasta un metro de profundidad para construir sus refugios, los más hondos de todas las tortugas marinas. "Si continua el cambio, las tortugas pueden tener problemas de conservación", advirtió.
Además, la temperatura de las anidaciones decide el sexo de las crías, pues tal y como explicó el experto, las hembras están superando en número a los machos, algo que a largo plazo puede acarrear "más problemas". "Este animal ha alcanzado tal grado de declive, que tenemos que intervenir", dijo Marco, que también subrayó la faceta de depredador de medusas de este reptil.