Madrid, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) pidieron hoy a los líderes del G8, reunidos en Japón, que ayuden a alimentar a la población mundial contribuyendo a una nueva revolución verde a través de un fuerte aumento de la financiación pública para el desarrollo agrícola.
En un comunicado conjunto, las tres agencias de la ONU con sede en Roma indicaron que una de las principales causas de la actual crisis alimentaria mundial ha sido el fuerte descenso de las inversiones en agricultura en las últimas tres décadas, periodo en el que la ayuda destinada a la agricultura cayó del 17 por ciento del total de la ayuda oficial al desarrollo a cerca del 3 por ciento en 2006.
"La Cumbre del G8 en Japón puede servir para dar un empujón decisivo a la lucha contra el hambre y la pobreza al invertir la tendencia y dirigir un porcentaje mucho mayor de la ayuda al desarrollo al sector rural y agrícola", asegura el comunicado, firmado por el Director General de la FAO, Jacques Diouf, el Presidente del FIDA, Lennart Bage, y la Directora Ejecutiva del PMA, Josette Sheeran.
En el mismo sentido, los organismo de la ONU señalaron que la catalización de las inversiones públicas y privadas contribuiría a acelerar la estrategia contra el hambre adoptada por 180 países y la Unión Europea en la Cumbre sobre la Seguridad Alimentaria de junio de 2008.
REVOLUCIÓN VERDE
Por otro lado, el comunicado subraya que el sistema de Naciones Unidas se encuentra "haciendo un esfuerzo conjunto como quizás nunca se había hecho antes para ayudar a proteger a las poblaciones vulnerables del peligro inmediato de una crisis alimentaria, cubrir las necesidades más urgentes de las víctimas del hambre a nivel mundial y trabajar para alcanzar soluciones a largo plazo".
Se trata de una "labor titánica", dice el comunicado, "ya que significa nada menos que permitir a los países pobres del mundo que de nuevo sean capaces de alimentarse a sí mismos, capacidad que perdieron tras décadas de importaciones alimentarias baratas y tras haberse triplicado los desastres naturales", señala la nota.
Es una labor comparable a lanzar una "segunda revolución verde", con el objetivo de doblar la producción mundial de alimentos a mediados de este siglo y poder alimentar a una población que se espera alcance los 9 000 millones de personas, agrega el comunicado.
Por su parte, el grupo de los ocho países más industrializados manifestó su "profunda preocupación" por la pronunciada subida de los precios de los alimentos y la amenaza para la seguridad alimentaria.
A este respecto, reclamó que los países con "suficientes reservas de alimentos pongan una parte de estos a disposición de los países más necesitados, en un momento de crecimiento significativo de los precios y de forma que no distorsione el comercio".