NUEVA YORK, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Administración del presidente entrante de Estados Unidos, Barack Obama, comenzará a revisar los archivos clasificados de los aproximadamente 250 presos de Guantánamo "inmediatamente" después de tomar posesión de su cargo, dentro de los esfuerzos para cerrar la prisión estadounidense en Cuba, según publicó el diario 'The Washington Post', que citó a fuentes de la campaña del candidato demócrata.
El cierre del polémico centro de detención es una de las señales más claras que puede lanzar la Administración entrante de su ruptura con la era del presidente saliente, George W. Bush, destacaron los asesores, quienes pidieron al diario estadounidense mantenerse en el anonimato porque no están autorizados para hacer declaraciones.
Los consejeros, así como expertos independientes de seguridad nacional y legales, han pronosticado que la nueva Administración tendrá que hacer frente a numerosos desafíos legales, diplomáticos, políticos y logísticos para cerrar la prisión y juzgar a los delincuentes más peligrosos en Estados Unidos, una tarea que podría llevar muchos meses o incluso más tiempo, advirtieron.
Uno de los asuntos más espinosos será llevar adelante los casos sin utilizar pruebas obtenidas mediante torturas, una cuestión que los abogados de los detenidos intentarán utilizar casi sin ninguna duda, según apuntó el rotativo.
"CORRIENTE DE BUENA VOLUNTAD"
Los asesores consideraron que el cierre de Guantánamo dará lugar a una corriente internacional de buena voluntad que podría facilitar la transferencia a otros países de algunos detenidos.
La Administración entrante espera que los países europeos y los países del Golfo Pérsico que previamente rechazaron aceptar a los prisioneros procedentes de Guantánamo se muestren más abiertos a acoger a los que sean puestos en libertad o a aquellos que no puedan regresar a sus lugares de origen ante el riesgo de ser torturados.
La cooperación en este sentido podría producirse una vez que Estados Unidos tome la decisión de acoger a pequeños grupos de ex detenidos en su territorio, posiblemente los uighures chinos, cuyo Gobierno no los considera enemigos combatientes, según 'The Washington Post'.
El cierre de Guantánamo implicará tomar decisiones sobre los presos que se encuentran actualmente en Guantánamo, y sobre los futuros detenidos como sospechosos de terrorismo. La Administración entrante tendrá que decidir dónde y cómo juzgar a los detenidos y preparar cárceles militares o federales para los que vayan a ser juzgados.
El pasado lunes, el máximo asesor de política exterior de Obama, Denis McDonough, recordó que Obama siempre ha mantenido la eliminación de Guantánamo como uno de sus compromisos, pero negó que haya alguna decisión tomada respecto al futuro de la prisión y los reos que allí se encuentran.