SAN SEBASTIAN 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace finalizó hoy su protesta en la chimenea de la central térmica de Pasaia, en donde diez activistas han permanecido colgados tres días a 80 metros de altura. La asociación ecologista dice que ahora los accionistas de Iberdrola "tienen la tarea de exigir el cumplimiento del compromiso público que la empresa tiene con la lucha contra el cambio climático", y denuncia "la falta de credibilidad de la imagen 'verde'" de la eléctrica.
Según informó la portavoz de Greenpeace Laura Ojeda a Europa Press los activistas de la organización colgados desde hace tres días a 80 metros de altura en la chimenea de la térmica de Pasaia "han finalizado su protesta a las once de la mañana, y han abandonado el lugar una hora después tras se identificados por la ertzaintza".
Ojeda explicó que la protesta fue efectuada por 10 activistas, de los cuales 5 se descolgaron la pasada noche "porque peligraba su seguridad ya que se encontraban en un espacio muy reducido y hacía muy mal tiempo".
Además, señaló que el fin de la protesta ha coincidido con la celebración de la Junta de accionistas de Iberdrola, en la que su presidente, Ignacio Sánchez Galán, deberá explicar a los accionistas "cómo pretende liderar las energías limpias sin cerrar ninguna térmica de carbón".
A su juicio, la protesta efectuada en Pasaia ha servido para "poner en evidencia que la pretendida imagen 'verde' de Iberdrola carece de credibilidad, ya que esta empresa pretende seguir enriqueciéndose a costa del medio ambiente al negarse a considerar el cierre ni siquiera de la más pequeña de sus térmicas de carbón".
"ENERGIA SUCIA".
Asimismo, Greenpeace aseguró que se ha mostrado "las consecuencias de la débil política del Gobierno ante el cambio climático", ya que "regalar derechos de emisión a las eléctricas y subvencionar la quema de carbón, supone premiar al que contamina, de forma que ni siquiera las compañías que han sabido detectar el valor económico de las energías renovables, como Iberdrola, son capaces de abandonar el negocio de la energía sucia".
Finalmente, recordó que las consecuencias del cambio climático se van a poner de manifiesto al máximo nivel dentro de 3 días, el próximo 2 de abril, cuando comience en Bruselas la reunión del Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), en la que se dará a conocer un informe sobre los impactos y la vulnerabilidad al cambio climático.
Finalmente, Greenpeace aseguró que "ahora queda en manos de los accionistas de Iberdrola la tarea de exigir el cumplimiento del compromiso público que la empresa tiene con la lucha contra el cambio climático". "Los accionistas tienen que exigir a la dirección de Iberdrola que su compañía se aleje de negocios sucios e insostenibles como el carbón", concluyó Greenpeace.