Actualizado 18/07/2007 18:36

Japón.- Cerrada indefinidamente la central nuclear afectada en Japón al confirmarse que los daños son mayores de lo que

KASHIWAZAKI (JAPÓN), 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

La central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, afectada por el terremoto que sacudió el noroeste de Japón el lunes pasado, ha sido cerrada indefinidamente tras conocerse que los daños sufridos por las instalaciones son mayores de lo que se creía inicialmente.

El alcalde de Kashiwazaki, donde se encuentra la central, Hiroshi Aida, ha ordenado que ésta permanezca cerrada hasta que se confirme su seguridad, mientras que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha presionado a Japón para que lleve a cabo una investigación transparente y exhaustiva de lo sucedido para ver si se pueden sacar lecciones que aplicar a otras centrales nucleares en el mundo.

Tsunehisa Katsumata, presidente de la compañía que gestiona la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), visitó hoy las instalaciones, afirmando que es "un caos". Anoche, su compañía emitió un comunicado con una lista de decenas de problemas registrados en la central a raíz del seísmo.

Katsumata se disculpó por "toda la preocupación y los problemas que hemos causado", pero defendió los estándares de seguridad de las instalaciones. "Llevaremos a cabo una investigación de principio a fin, pero creo que fundamentalmente hemos confirmado que nuestras medidas de seguridad funcionaron", afirmó, subrayando que "es difícil hacer que algo funcione perfectamente".

TEPCO, la mayor compañía eléctrica del país, dijo que el terremoto fue más fuerte de lo previsto para los siete reactores de la central, pero ninguno de los problemas planteó una seria amenaza para la población o el medio ambiente. Sin embargo, la central sufrió un incendio, la ruptura de varias tuberías, fugas de agua y vertido de deshechos radiactivos.

ERROR EN EL CALCULO DEL VERTIDO

En este sentido, la compañía anunció hoy que la fuga de agua radiactiva en el Mar de Japón fue en realidad un 50% mayor de lo que inicialmente se anunció el lunes por la noche, pero los niveles siguen estando aún por debajo de los niveles de peligro. "Cometimos un error a la hora de calcular la cantidad que se vertió al mar. Pedimos disculpas y lo estamos corrigiendo", señaló la empresa en un comunicado. Según su portavoz, Jun Oshima, la cantidad vertida sigue siendo "una milmillonésima parte del límite legal en Japón".

Asimismo, la compañía informó hoy de que unos 400 barriles que contenían deshechos con un bajo nivel de radiactividad se volcaron en un almacén de la central, revisando la cifra inicial de cien. El impacto golpeó las tapas de unos 40 barriles, derramando su contenido en el suelo, según indicó otro portavoz, Tsutomu Uehara, quien aseguró que no se ha detectado ninguna radiación fuera de las instalaciones.

Este extremo fue confirmado por el subdirector del organismo de vigilancia nuclear del Gobierno, Akira Fukushima, quien afirmó que los inspectores no han detectado ninguna anormalidad en el lugar.

Sin embargo, estos datos no han parecido convencer al alcalde de la ciudad, de 93.500 habitantes, que ha ordenado hoy que las operaciones en la central se suspendan "por razones de seguridad". "Estoy preocupado", afirmó, considerando "difícil reanudar las operaciones en estos momentos". "La seguridad de la central debe garantizarse antes de que se reabra", remachó.

ELBARADEI OFRECE AYUDA

Por su parte, el director de la AIEA, Mohamed ElBaradei, consideró hoy que es fundamental una revisión en profundidad de las instalaciones y ofreció enviar a expertos de la agencia para ayudar. "Esto no significa que la estructura del reactor o el sistema haya resultado dañado", afirmó ElBaradei. "Espero y confío en que Japón será plenamente transparente en su investigación del accidente", añadió.

En este sentido, dijo que la AIEA "estaría dispuesta a unirse a Japón mediante un equipo internacional a la revisión de dicho accidente y a sacar lecciones" de lo ocurrido.

Mientras, el portavoz del Gobierno japonés, Yasuhisa Shiozaki, instó a TEPCO a ser más "honesta" y "rápida" en informar de los problemas, especialmente aquellos que podrían tener un impacto en la población.