Actualizado 09/05/2008 13:07

El momento que los toreros viven con mayor tensión se produce antes de matar al segundo toro, según un estudio

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

El momento que los toreros viven con mayor tensión se produce instantes antes de matar al segundo toro, según un estudio realizado por Canal+ con la colaboración del director del Departamento de Fisiología Animal de la Facultad Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid que se emitirá esta tarde a las 18.00 horas en la cadena, para medir el estrés de los toreros y compararlo con el de un piloto de carreras.

Para realizar el estudio, los expertos midieron al torero Jesuli de Torrecera el plasma cortisol durante un día de corrida en Sevilla , una hormona conocida también como la del 'estrés' segregada por el eje hipotalámico epituitario suprarrenal (HPA en sus siglas en inglés) en momentos en los que una persona realiza una actividad extra o sufre una presión mayor de lo habitual. Los responsables del estudio hicieron una prueba similar a un piloto de carreras, y concluyeron que el nivel de cortisol del torero es 60 veces superior a la del piloto, que alcanza una media de 30.

La medición de esta hormona, que puede hacerse a través de la sangre o de la saliva, se realizó mediante una cápsula que introdujeron en la boca del diestro. Así, el mayor nivel de cortisol alcanzado por el torero se produjo antes matar al segundo bóvido, alcanzando un nivel de 80.

El segundo momento de más tensión lo vivió con un nivel de 60, tras matar el primer toro, y en tercer lugar cuando colocó las banderillas, donde alcanzó cerca de 50. Los momentos más relajados del torero fueron antes de comer, con 3; al llegar al hotel a primera hora de la mañana, con 6 y vistiéndose, con 7.

Por el contrario, los niveles más estresantes alcanzados por un piloto de carreras voluntario al que se le sometió al mismo procedimiento, se produjeron después de la carrera, alcanzando un nivel de cortisol de 25, mientras que el torero llega a 35 tras acabar la corrida. A éste le sigue el final de los entrenamientos previos a la carrera, llegando a 15, mientras que el matador alcanza 20 en los preparatorios a la lidia.

En el extremo opuesto, el piloto vivió sus momentos más relajados el día anterior a la carrera, con 2; dos horas después de la carrera, con 6 mientras que el torero en este mismo momento llega a 8 y antes de la carrera, con 7, aunque el torero alcanza casi 10.