Actualizado 23/07/2010 19:57

La ONU advierte de que la situación en el norte de Yemen es inestable cinco meses después del alto el fuego


MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

La situación en el norte de Yemen sigue inestable más de cinco meses después de que se acordara un alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, según aseguró este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que informó de los nuevos enfrentamientos de los últimos días y a las dificultades para distribuir asistencia humanitaria.

Las informaciones de los medios señalan que al menos 30 personas han muerto esta semana sólo en los incidentes en el norte del país, donde unas 300.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en la región por el enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes.

Aunque se firmó un alto el fuego el pasado febrero entre Gobierno y rebeldes 'huthis', la mayoría de desplazados no ha vuelto a sus lugares de origen. Muchos viven con comunidades de acogida o en asentamientos fuera de los campamentos. Ayer, la ONU manifestó su preocupación por la escasez de fondos para las operaciones de ayuda en el norte de Yemen.

Mientras, de acuerdo con ACNUR, sólo unos 14.000 desplazados han vuelto a sus zonas de origen. "Muchos temen la venganza o no tienen lugar al que volver debido a la destrucción de las casas y la infraestructura", aseguró una portavoz de ACNUR, Melissa Fleming.

Además, la falta de servicios básicos como cuidados sanitarios, educación y suministros de agua en numerosas zonas de la región de Saada también desanima a muchos desplazados para volver, aseguró. ACNUR planea comenzar a distribuir paquetes a los desplazados que regresan a lo largo de las próximas semanas, paquetes que incluirán alimentos, herramientas de construcción, lonas y otro tipo de materiales.

Subrayando que la seguridad y la falta de acceso a cientos de miles de civiles aún dañan los esfuerzos por entregar la ayuda necesaria, ACNUR y sus socios han vuelto a pedir un acceso seguro y sin ningún tipo de impedimentos a todas las comunidades afectadas por el conflicto. La agencia también ha expresado su preocupación por la seguridad de los civiles que deciden regresar, dada la amenaza que suponen las minas terrestres.