La ONU reconoce el escaso despliegue de la UNAMID en Sudán y su falta de medios para asegurar la protección de civiles

NUEVA YORK 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los violentos enfrentamientos entre las facciones beligerantes en la región sudanesa de Darfur amenazan el trabajo humanitario, así como la Misión Mixta de la ONU y de la Unión Africana (UA), la UNAMID, según asegura el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, en su último informe sobre la misión, en el que reconoce el escaso despliegue de esta fuerza de paz en la zona.

El enfrentamiento en el flanco oeste de Sudán "y el desplazamiento continuo, las operaciones humanitarias están en riesgo, los enfrentamientos entre las partes suceden con regularidad y no alcanzan un acuerdo de paz negociado", señala Ban.

En este ambiente, la UNAMID se ha centrado en la protección de civiles, pero esta acción se ve obstaculizada por el escaso despliegue de la fuerza. Ban subraya que casi un año después de dar la responsabilidad del mantenimiento de la paz a la UNAMID, el número de tropas en la zona está muy por debajo de los 26.000 cascos azules autorizados por el Consejo de Seguridad.

Menos de 12.500 efectivos, incluidos militares, observadores y oficiales de policía están desplegados en Darfur y la Misión también está por debajo de la mitad de personal civil que necesita para estar en su capacidad completa, con sólo 3.000 personas contratadas.

Además, Ban reitera que los Estados Miembro de la ONU necesitan mejorar las unidades y el equipamiento que habían prometido a la UNAMID, incluidos los 18 helicópteros y las unidades adicionales relacionadas con la logística, el transporte pesado y medio y de reconocimiento aéreo.

La efectividad de la misión también depende de la cooperación de Sudán, añade Ban, que también da la bienvenida al comunicado del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir, quien pidió el mes pasado el cese de las hostilidades.

"Sin embargo, estoy muy en desacuerdo con que la actividad militar del Gobierno continúe", manifestó, y señaló que "los informes de violencia, los enfrentamientos y los bombardeos aéreos desde la declaración unilateral de alto el fuego realizada el pasado 12 de noviembre son motivo de grave preocupación".

También subrayó que un alto el fuego genuino es una precondición esencial para las conversaciones necesarias y así pueda darse una resolución pacífica. "El cese de hostilidades también requiere facilitar la entrega de ayuda humanitaria vital", declaró el secretario general, quien añadió que está "profundamente preocupado porque la inseguridad continúe y afecte seriamente a los civiles y obstaculice los esfuerzos de la comunidad humanitaria para darles una ayuda que salva vidas".

El Consejo de Seguridad debatirá mañana este documento, cuando se informe sobre esta fuerza de paz en Darfur, donde se estima que han muerto 300.000 personas desde que el enfrentamiento comenzó en 2003 entre las fuerzas gubernamentales, las milicias aliadas 'janjaweed' y los rebeldes. Otros 2,7 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares y ahora viven como refugiados o como desplazados internos.