Los padres de una niña con minusvalía física denuncian que llevan un mes sin fisioterapeuta itinerante

La niña ha sido operada recientemente y necesita tonificar la musculatura con la ayuda de un profesional.

FERRERAS DE ABAJO (ZAMORA), 5 (EUROPA PRESS)

Los padres de una niña con minusvalía física, Conchi Romero, denuncian que llevan un mes sin el servicio de fisioterapia itinerante porque "no hay nadie en la bolsa de empleo" que pueda sustituir a la profesional que acudía habitualmente dos veces por semana y que se encunetra de baja debido a un accidente.

El problema comenzó el 31 de marzo cuando la fisioterapeuta itinerante, Sandra, comunicó tanto a los padres de la pequeña como a la Dirección Provincial de Educación --administración que asumió las competencias hace dos años-- que había sufrido un accidente y que permanecería un largo período de baja. Desde entonces, Pedro Romero y Pilar Diego sólo se hacen una pregunta: "¿Por qué no ponen un sustituto?"

En un principio "habían contratado a un sustituto pero en el momento de incorporarse se negó", explicó el padre en declaraciones a Europa Press Televisión, por lo que desde esa fecha --ya van 20 días-- no han cesado de dirigirse casi a diario a la institucion para obtener una solución.

De este modo, la respuesta siempre ha sido la misma: "La bolsa de empleo está vacía". Un hecho "incomprensible" para Pedro que no entiende como puede darse esta situación. "Se excusan en que la bolsa para este puesto de fisioteapia está vacía y no tienen contratado a nadie pero un mes ya es plazo suficiente para solucionarlo", criticó Romero.

Por su parte, la Dirección Provincial de Educación ante la falta de profesionales, ha abierto una convocatoria pública para escoger a un fisioterapeuta pero, hasta ese momento --después de que se realicen los exámenes pertinentes y se elija al candidato-- no habrá un sustituto.

Ante tal injusticia, Pedro y Pilar se sienten "desamparados" por la dejadez total de las administraciones que "pasan olímpicamente" del tema.

ENFERMEDAD MUSCULAR.

La pequeña Conchi de siete años tiene una enfermedad muscular desde nacimiento, neuropatía periférica, que le impide andar por sus propios medios --necesita un andador para moverse-- y de la que ha sido operada en dos ocasiones. De hecho, en noviembre de 2007 fue intervenida por última vez, lo que incrementa "más si cabe" la necesidad de un fisioterapeta.

"Le han quitado la escayola a finales de febrero y ahora está en un período de recuperación importantísimo", lamentó su padre. Por ello, la ausencia prolongada durante un mes de la fisioterapeuta ha provocado un retroceso en su convalecencia y sus músculos se han atrofiado "un poquitín", explicó la madre de Conchi, Pilar Diego.

En su opinión, la importancia de un fisioterapeuta es vital para la pequeña. "Los ejercicios que yo puedo hacer no son suficientes, necesita un profesional y aparatos de gimnasia pasiva que le vienen muy bien para ejercitar la musculatura de las extremidades inferiores", insistió Pilar.

A pesar de todo, los padres de la pequeña conservan la esperanza de una pronta solución. "Ojalá que sea pronto porque es algo a lo que Conchi tiene derecho", concluyó Diego.