MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Proyecto Gran Simio exigió hoy a las autoridades que veten la entrada en España del Circo Ringling Bros, prevista para el mes de noviembre porque "puede rallar la ilegalidad" ya que, según afirma, el entrenamiento al que someten a los animales para realizar sus números en muchos casos incluye agresiones psicológicas y fisiológicas y la utilización de técnicas "bárbaras" con las que son "forzados a adoptar comportamientos antinaturales a través de la violencia".
La organización se basa en las declaraciones de la Coalición Infocircos, compuesta por diversas asociaciones en defensa de los derechos de los animales, que recientemente denunció que el circo está siendo procesado en Estados Unidos por numerosos casos de maltrato a sus especies, llegando a producirles la muerte en algunos casos. Además, acusa a sus responsables de ser causantes de las enfermedades y los escapes de sus animales e incluso de provocar ataques hacia personas.
Asimismo, denuncia que entre los métodos de aprendizaje y persuasión utilizados para amaestrar a los animales se encuentran varas, estacas con pinchos, látigos, cadenas, collares ajustados, bozales, picanas eléctricas y ganchos puntiagudos, que permanecen ocultos ante el espectador. Igualmente, señala que desde 1992 han muerto 25 elefantes en Estados Unidos "por falta de cuidados veterinarios y por los métodos empleados en las actuaciones".
Por todo ello, hace un llamamiento a las autoridades competentes y a las comunidades autónomas para que impidan su entrada en el país. "Pedimos a los ciudadanos que, en caso
de que sea admitida su entrada, se realice un boicot contra el circo y una protesta a las autoridades municipales", declaró el director ejecutivo de la organización en España, Pedro Pozas Terrados. De momento se prevé su llegada a Zaragoza, Sevilla, Málaga, Valencia y Madrid.
IMÁGENES NOCIVAS PARA LOS NIÑOS
En este sentido, Pozas recordó la "importancia" de enseñar a los niños a entender y apreciar el mundo y a sus demás habitantes en su entorno natural, "no en el ridículo, el maltrato y la humillación a que se ven sometidos los animales en los circos". Para este responsable del proyecto, imágenes de esta naturaleza quedan retenidas en la retina del público infantil, quienes las pueden deformar en su proceso educativo.
Finalmente, concluye que la legislación española "debe impedir la entrada del espectáculo atendiendo a los antecedentes que trae de su país origen". Además, considera que dicha actitud servirá como forma de protesta contra el maltrato abusivo y reiterado hacia los animales.
