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MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El psicólogo que trató a Álvaro I.G., alias 'Nanysex', antes de ser detenido en mayo de 2005 expuso este jueves en la cuarta sesión del juicio que le diagnosticó como pedófilo en septiembre de 2004 al encajar con el perfil mental de este tipo de individuos, si bien insistió en que en ninguna de las sesiones en las que le examinó le confesó que abusaba de menores de entre 1 y 5 años, única franja de edad que le despertaba su deseo sexual.
La cuarta jornada del juicio contra la red de pederastas desarticulada en la 'Operación Kova' discurrió sin ningún tipo de incidentes frente a las anteriores. El pasado martes, Álvaro I.G. llegó a ser agredido por un padre de una de sus víctimas e increpado por varias de las madres afectadas. Estos incidentes se suman al intento de varios reclusos de Alcalá Meco de incendiar su celda y a la agresión sufrida en el traslado a la cárcel, hechos negados por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
En la sesión de hoy, 'Nanysex' se ausentó de la Sala en más de cinco ocasiones al sentirse indispuesto, teniendo que ser asistido por un médico forense. Al inicio, el propio acusado pidió si podía salir para vomitar, a lo que accedió el tribunal. A partir de ahí, sus entradas y salidas fueron constantes. El procesado, de 26 años, afronta 39 años de cárcel por varios delitos de abusos sexuales y de difusión de pornografía infantil.
Entretanto, la Sección Vigesimotercera continuó practicando la prueba pericial. El psicólogo Jesús Eugenio Rodríguez Martínez, que trató a 'Nanysex' antes de 2005, explicó que estuvo atendiendo a Álvaro durante unos meses en los que le detectó un claro "trastorno de pedofilia".
El abogado Manuel Maza, que asiste a una de las madres, subrayó a Europa Press que Rodríguez Martínez "no pudo evitar los abusos", puesto que "los hechos ya se habían cometido" cuando se le detectó la parafilia de pedófilo de tipo "fijo invariable". Este grado de la enfermedad se refiere a aquel que sólo siente atracción por los niños de edades tempranas y de su mismo sexo.
En la jornada de ayer, el psiquiatra que le examinó en la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, reveló que 'Nanysex' comenzó a los 13 años a abusar de niños menores de cinco años, franja de edad por la que exclusivamente siente atracción.
En la declaración durante la instrucción, el pedófilo reconoció que sentía atracción por los niños en edades comprendidas entre los 1 y 5 años, indicando que nunca había mantenido relaciones sexuales con una mujer. Ante el tribunal, admitió el pasado lunes que abusó de cinco niños de 1 y 2 años a los que sometió a todo tipo de vejaciones.
"PLENAMENTE" CONSCIENTES DE SUS ACTOS
Al concluir la vista, Maza explicó que las psicólogas adscritas al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que elaboraron el informe pericial recalcaron que Álvaro I.G., Eduardo S.M., alias 'Todd', y Antonio O.M. "no tienen mermada su capacidad de controlar sus impulsos sexuales al ser plenamente conscientes de que su comportamiento es delictivo".
Según las expertas, José G.C., apodado 'Aza', sería el único con una posible disminución en su capacidad de discernir entre el bien y el mal. Por ello, el tribunal podría aplicarle la eximente de trastorno mental, una circunstancia modificativa de la pena que quedaría excluida del resto de los encausados. Maza subrayó que las periciales certifican que 'Nanysex', 'Todd' y Antonio son "totalmente imputables", dado que "se les puede aplicar la pena sin ningún tipo de atenuantes" por su supuesto trastorno mental.
Igualmente, las especialistas indicaron que existen posibilidades "muy altas" de que los miembros de la red de pederastas reincidan en sus abusos. En la sesión de ayer, los psiquiatras Alfredo Calcedo Ordóñez y José Antonio García Andrade se quejaban de la falta de una política criminal que refuerce los programas específicos en los penitenciarios españoles para tratar a estos enfermos.
"Ahora, los pederastas cumplen su condena y salen a la calle. Estas personas son delincuentes, pero también enfermos. La legislación española les mete 15 años de prisión. Y son una bomba de relojería porque el tratamiento tiene un tiempo límite", denunció Calcedo.
Las expertas que comparecieron también examinaron a los niños víctimas de los abusos de los procesados. Indicaron que en la mayoría de los casos no se han detectado secuelas psicológicas, si bien añadieron que éstas podrían manifestarse en la adolescencia.
El juicio se reanudará el próximo lunes con la pericial relativa a los menores.