MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, reiteró hoy que "en ningún caso" puede hablarse de que se haya producido un cambio en la orientación ideológica de la política de inmigración del Gobierno porque, a su juicio, lo que está haciendo el Ejecutivo es "normalizar" las bases asentadas durante la pasada legislatura.
Rumí inauguró hoy, en el marco de la IV Edición de la Escuela de Verano de Gobierno y Políticas Públicas, un curso en Madrid sobre Experiencias de las políticas de Migraciones y desarrollo en África y América Latina. En su intervención, la secretaria de Estado desglosó las "líneas maestras" de la actuación gubernamental en la materia, superada una primera legislatura que tildó de "constituyente".
"No se trata de un cambio en la política de inmigración, se trata de conceder prioridad a alguna de sus dimensiones", explicó Rumí, para quien "el discurso político" actual del Gobierno "concede más visibilidad a lo que más preocupa a la ciudadanía", es decir, la recesión económica y el desempleo.
En este sentido, la secretaria de Estado incidió en la importancia de "satisfacer las demandas de empleo con trabajadores que se encuentran en nuestro país" y que han perdido su trabajo, aunque sin perder de vista la cooperación con los países de origen y tránsito de la inmigración, tanto para impulsar el desarrollo de terceros, como para controlar los flujos irregulares y fomentar la legalidad mediante sistemas como la contratación en origen.
A lo largo de su intervención Rumí también tuvo palabras para la recién aprobada Directiva europea de Retorno, sobre la que afirmó que "no será la primera ni la última" en materia de inmigración que aprueba la UE en el camino hacia una política común en la materia para los 27 países miembros.
Respecto a las críticas que ha suscitado el texto en distintos sectores, especialmente en lo que se refiere a la repatriación de menores extranjeros y a la prolongación del periodo máximo de internamiento en centros para los irregulares, Rumí manifestó su malestar por la polémica suscitada y lamentó que se haya "simplificado el debate" social sobre el texto.