Actualizado 20/11/2009 20:26

Siete años y medio de cárcel para el anciano que abusó de su nieta de 9 años en Lleida

LLEIDA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Lleida ha condenado a siete años y medio de prisión a Enrique M.S., de 74 años, por abusar sexualmente de su nieta, S.M.M., desde los nueve a los 12 años. El padre de la niña también ha sido condenado a diez meses de cárcel por exhibirse ante ella.

Según la sentencia, el abuelo sometió a diversas prácticas sexuales que se fueron repitiendo durante todo este tiempo, en que junto a su esposa estaban al cargo de la niña dado que su madre trabajaba de noche.

Cuando la menor contaba con 14 años y ya no residía con los abuelos en Agramunt (Lleida), sino en el domicilio familiar, el padre "con ánimo libidinoso se mostraba desnudo ante su hija", conducta que repitió en varias ocasiones, e incluso en calzoncillos delante de amigas. En otra ocasión después de haber visionado una película erótica, entró en el dormitorio de la menor totalmente desnudo "y con el pene erecto" pidiéndole que le encendiera el ordenador.

No es la primera vez que el padre es condenado. La juez del Juzgado Penal número 3 de Lleida le condenó el pasado 20 de mayo a un año de prisión por colocar una cámara de vídeo en el lavabo de su casa para espiar a su hija que padecía supuestamente bulimia.

A raíz de diversas visitas al psiquiatra, éste tuvo conocimiento de los hechos, tras las manifestaciones que le realizaba la menor al seguir el tratamiento. La niña, entonces, presentaba apatía, tristeza, desánimo y malestar general, lo que motivó un ingreso ambulatorio para un tratamiento más adecuado. Fue entonces cuando fue relatando de forma espontánea las experiencias vividas con su abuelo y su padre.

El juicio se celebró a puerta cerrada a petición de la acusación particular para proteger la víctima, el 11 de noviembre. El abuelo explicó que la madre de la menor la manipuló para que le acusara de abusos sexuales, mientras que el padre también culpó a su ex mujer de estar detrás de las acusaciones.

La sentencia da "credibilidad" al testimonio relatado por la victima, "verosimilitud" y afirma que ha habido "persistencia en la incriminación".