Actualizado 17/10/2008 21:36

Termina el periodo de libertades informativas en China tras los JJOO


PEKÍN, 17 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El periodo extraordinario de libertades informativas para los corresponsales extranjeros en China, vigente desde principios de 2007, terminó este viernes, sin que el Gobierno haya aclarado si mantendrá la libertad de movimientos consentida durante este periodo o recuperará a la anterior regulación, más restrictiva.

De momento, a falta de directrices de Pekín, diversos gobiernos locales han señalado que seguirán respetando la regulación ya vencida, que permitía a los periodistas extranjeros desplazarse por el territorio chino para realizar su trabajo y efectuar entrevistas sin necesidad de contar, como antes, con el consentimiento previo de las autoridades.

La aplicación de la norma, no obstante, no fue perfecta, ya que no evitó que el Gobierno impidiera el movimiento de periodistas en la región del Tíbet y en ciertas zonas con población tibetana de otras provincias chinas.

La organización Reporteros Sin Fronteras ha realizado hoy un llamamiento público para que la norma no sólo se mantenga, sino que sea sustituida por otra que proteja mejor el trabajo de la prensa extranjera en el país.

"La libertad de movimientos y la libertad para entrevistar que se permitieron durante los Juegos Olímpicos de Pekín fueron una mejoría para la prensa internacional en China", señaló la ONG en un comunicado, en el que añade que "aunque los derechos no fueron suficientemente respetados, pese a todo hizo más fácil el trabajo de los periodistas extranjeros".

El pasado jueves, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exterioes, Qin Gang, declaró "comprender" el deseo e interés de la prensa internacional sobre cuál es el futuro profesional que les depara en China. Les informaremos muy pronto sobre cuáles hay sido las disposiciones realizadas", dijo Qin.

Según los datos recopilados por el Club de Corresponsales Extranjeros de China, desde enero de 2007 se produjeron 336 casos confirmados de interferencias en el trabajo de los periodistas, que sufrieron persecuciones, arrestos e incluso ataques físicos.