RANGÚN 26 May. (Reuters/EP) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha pedido a la Junta Militar birmana que no aísle a los al menos 2.000 huérfanos que ha dejado el paso del ciclón 'Nargis' trasladándoles a orfanatos estatales.
"Deberíamos intentar que los niños permanezcan en un ambiente familiar como prioridad, y no en instituciones", declaró a Reuters Anne-Claire Dufay, responsable de protección infantil de UNICEF en la antigua Birmania.
En su opinión, las autoridades birmanas deberían "intentar que (los niños) permanezcan en su comunidad" y hasta que se encuentre a sus familias los menores podrían ser acogidos por otras familias "que cuiden de ellos temporalmente". "Ese es el mensaje que estamos enviando", señaló.
La Junta Militar anunció la semana pasada la construcción de orfanatos en Labutta y Pyapon, dos de las zonas más afectadas en el delta del Irrawaddy, donde el ciclón ha dejado 134.000 muertos o desaparecidos y otros 2,4 millones de afectados.
En un intento por cambiar esta política, el director de UNICEF en Asia, Anupama Rao Singh, acudió en persona hoy para hablar con el ministro de Asuntos Sociales, el general Maung Maung Swe.
2.000 NIÑOS SIN PADRES
La ONU estima que al menos 2.000 niños han perdido a ambos progenitores. En Labutta, 282 niños se han visto separados de sus familias por el paso del 'Nargis', y de ellos, 50 no tienen familia conocida, explicó UNICEF. Su historia se repite en todo el delta, donde, como con el tsunami de 2004, el número de niños muertos fue "desproporcionado" porque no pudieron trepar a los árboles o edificios.
No obstante, ya antes del ciclón 'Nargis', la situación para los niños birmanos era muy difícil. La tasa de mortalidad infantil --76 por cada 1.000 nacimientos-- está entre las más elevadas de Asia y la ONU afirma que uno de cada tres bebés está desnutrido.
Uno de los pocos puntos positivos de décadas de control militar y aislamiento internacional ha sido la protección de los más jóvenes de las redes de tráfico infantil que operan en otros lugares del Sudeste asiático. "Si hay un área en Myanmar (como la Junta Militar ha llamado a Birmania) donde se puede decir que el Gobierno ha dado pasos positivos, ése es el trafico de niños", indicó Dufay.