JERUSALÉN, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Chris Gunness, ha señalado que las demoliciones llevadas a cabo por Israel durante el mes de septiembre han afectado a 990 palestinos, lo que, a su juicio, muestra que las autoridades israelíes "se están volviendo más eficientes" en el desplazamiento de población palestina.
El último informe de la UNRWA muestra un aumento drástico en el número de población desplazada o afectada por las demoliciones de Israel. En julio, esta cifra alcanzó los 247. "Estas cifras muestran que las autoridades israelíes se están volviendo más eficientes en sus demoliciones, afectando y desplazando a números cada vez mayores de palestinos", ha dicho Gunness en declaraciones a la agencia de noticias palestina Maan.
El septiembre, los buldóceres israelíes se centraron en la demolición de cisternas de agua en Cisjordania, afectando a mayor número de población que la demolición de viviendas. Gunness ha especificado que la destrucción de la cisterna de Jirbet Atuf ha afectado a 300 personas.
El centro de recursos para el derecho internacional Diakonia ha informado de que la demolición de cisternas en Cisjordania ha afectado directamente a la ida de 13.602 palestinos desde 2009. La administración civil israelí destruye de manera rutinaria estructuras palestinas construidas sin permiso en el 62 por ciento de Cisjordania que está designado como Área C --control y administración hebrea-- por los Acuerdos de Oslo.
"La destrucción sistemática y extendida de estructuras civiles en el Área C, incluyendo viviendas, escuelas y cisternas, tiene lugar desde finales de los años ochenta", ha subrayado Diakonia en su último informe legal sobre las demoliciones en Cisjordania.
Este texto recalca que la destrucción de infraestructura civil durante la ocupación de un territorio está prohibida bajo la Cuarta Convención de Ginebra "excepto en casos en los que esta destrucción sea absolutamente necesaria para operaciones militares" e incluso en ese caso, únicamente si la estructura es utilizada únicamente por insurgentes.
Por ello, Gunness ha pedido "que se ponga fin a todas las prácticas y políticas que provocan el desplazamiento de palestinos". "Con al menos 3.000 órdenes de demolición pendientes de ejecución en Cisjordania, que afectan a decenas de miles de personas, comunidades completas viven con el trauma y la ansiedad de perder sus casas y sus medios de vida", ha apostillado.