MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un ciudadano ecuatoriano, Washington, se trasladó desde su Quito natal hasta Madrid para "especializarse y aprender el oficio" de carpintero, pero no se adaptó y acabó trabajando limpiando las chimeneas de la capital para una empresa. Dos años después, "después de golpear muchas puertas", ha conseguido convertirse en el primer ecodeshollinador del país gracias a un microcrédito de Caixa Catalunya.
En declaraciones a Europa Press, describió "al buen deshollinador ecológico" como aquel que transporta toda la carbonilla de la chimenea a un punto limpio o que intenta orientar al cliente en la compra de materiales adecuados, como la leña seca o evitando la quema de plásticos.
Además, también reconoció que autodenominarse ecodeshollinador, "ahora que la gente hace conciencia de volver a lo ecológico", es una buena alternativa comercial para dar nombre a un oficio que "se va perdiendo", se lamentaba apoyado en una chimenea que humeaba, al estar encendida.
Aunque Washington aprendió el oficio de los antiguos "fumistas" con los materiales antiguos: una cuerda con un peso y un erizo que limpiaba el conducto para recoger el hollín en la parte inferior de la chimenea, el microcrédito de 6.000 euros le permitió comprar una aspiradora industrial y una cámara para el interior de la chimenea.
Después de más de dos años limpiando por su cuenta las chimeneas del cielo de Madrid, se mostró feliz de poder recuperar un oficio ya casi perdido gracias a un microcrédito. Como él, se han creado también otros 3.200 puestos de trabajo directos con este mismo sistema.