Actualizado 08/06/2009 15:18

AI denuncia el fracaso de Serbia y Kosovo para investigar y juzgar las desapariciones forzosas durante la guerra

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

La organización Amnistía Internacional (AI) denunció hoy en un informe el continuo fracaso de las autoridades de Serbia y Kosovo a la hora de investigar y juzgar las desapariciones forzosas y los secuestros, además de llevar a los autores de estos sucesos ante la Justicia.

Más de una década después de que la guerra haya terminado, cerca de 1.900 familias en Kosovo y Serbia aún no conocen el destino ni el paradero de sus familiares desaparecidos. "Durante los últimos diez años ha habido un fracaso rotundo por parte de las autoridades en Serbia y Kosovo para dirigir la legalidad de los crímenes de guerra que tuvieron lugar en Kosovo en 1999", declaró el experto en los Balcanes de AI, Sian Jones.

"Su fracaso a la hora de iniciar investigaciones rápidas, imparciales y rigurosas en Serbia y Kosovo ha creado una cultura de impunidad, y no ha dado justicia a los familiares de aquellas personas de etnia albana desaparecidas por las fuerzas serbias", entre otros, añadió Jones.

Más de 3.000 albanos fueron víctimas de desapariciones forzosas por la Policía, los paramilitares y las fuerzas militares de Serbia durante la guerra. También se estima que 800 serbios, romaníes y miembros de otros grupos minoritarios fueron secuestrados, presuntamente por el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), la mayoría después de que terminara el conflicto armado internacional en junio de 1999, bajo la vista de la fuerza de paz de la OTAN, según Amnistía.

En su informe, 'Enterrando el pasado: Impunidad para las desapariciones forzadas y secuestros en Kosovo', Amnistía documenta una década de fracaso tanto por el Gobierno serbio como por las autoridades de Kosovo --hasta diciembre de 2008 la Misión de la ONU en Kosovo, la MINUK-- para investigar y juzgar a los responsables de estos hechos.

Después de la guerra, AI entrevistó a los familiares de los desaparecidos de las dos partes del conflicto y regresó de nuevo en 2009 para conseguir más testimonios. El informe, señala la organización, se basa en testimonios recogidos de primera mano y describe una historia de exhumaciones sin documentar, documentación perdida, interferencia política en el sistema de justicia y una gran duplicación de los esfuerzos realizados por diferentes agencias.

BARRERAS INSTITUCIONALES

AI también señala que cree que hay barreras institucionales graves para poner fin a la impunidad por las desapariciones forzosas. En ausencia de medidas efectivas de programas de protección de testigos, muchos son reacios a dar a los investigadores pruebas para los juicios.

"La influencia de personas que fueron poderosas durante la guerra, incluidos algunos ex líderes del ELK y miembros de la Policía de Serbia, aún se extiende a través del Gobierno serbio y albano kosovar y de la sociedad, y en el caso de Kosovo, incluso dentro de la MINUK", según Jones.

AI también pide a las autoridades de estos países, incluida la misión policial, judicial y aduanera de la UE en Kosovo (EULEX), que cooperen en la investigación de los diferentes casos para informar a los familiares del destino de sus seres queridos, además de llevar a los autores ante la Justicia.

"En Serbia y Kosovo hay quien prefiere que los desaparecidos y secuestrados permanezcan enterrados en el pasado", opinó Jones. "Amnistía cree que Kosovo y Serbia deben abordar el legado del conflicto armado, algo que sólo puede hacerse con la revelación completa de la localización de las fosas comunes, además de terminar con la interferencia política en las investigaciones y una investigación rápida, independiente, efectiva e imparcial de los crímenes de guerra", añadió este responsable de AI.